La Policía Foral ha entrado alrededor de las 05:00 en el gaztetxe Maravillas de Iruñea y ha desalojado a la veintena de jóvenes que se encontraban dentro. Cientos de vecinos han acudido a la llamada del gaztetxe para oponerse al desalojo, pero tanto la policía navarra como la española han acordonado las calles cercanas a la plaza Nabarrería, evitando que la gente pudiese llegar.
Durante la noche, en la calle se han podido escuchar cargas, mientras agentes de la Policía Foral entraban en el gaztetxe. Varios jóvenes se han colgado en la pared, y otro se han encaramado al tejado. Hacia las 08:00, la mayoría de ellos había sido desalojado, pero todavía quedaba alguna persona encadenada dentro del gaztetxe.
Pasadas las 09:00, la Policía Foral ha informado de que se encontraba tratando de sacar a la última persona que permanecía encadenada a un barril. Hacia las 09:30, no quedaba nadie en el interior del edificio.
Los jóvenes, un total de 22, han sido identificados y tras ello, puestos en libertad. Cuatro de los identificados eran menores.
Tras las cargas de la Policía Foral, al menos nueve jóvenes han tenido que ser atendidos con diversas heridas. De hecho, dos de ellos han sido trasladadas al hospital a causa de los golpes recibidos.
Apoyo de Josefina Lamberto
Josefina Lamberto, hermana de Maravillas Lamberto, ha acudido a la calle Mercaderes, donde se encontraban reunidos centenares de jóvenes, a mostrarles su apoyo. A su vez, estos la han recibido con una fuerte ovación.
La protesta se ha trasladado después desde las inmediaciones del gaztetxe, cerradas por la Policía española, hasta la calle Zapatería, donde se encuentra la sede del PNV. «Este será el próximo gaztetxe», han gritado los jóvenes.
Ayer mismo, el alcalde Joseba Asiron dijo que el desalojo «unilateral» «no vendría a solucionar el problema, sino tal vez a acentuar esa división» y apostó por retomar el diálogo. La misma idea que defendieron vecinos y colectivos de Alde Zaharra de Iruñea.
Al final, el desalojo se ha producido apenas 24 horas después de que no se concretase la reunión entre los miembros del gaztetxe y el Gobierno de Nafarroa, con la presidenta Uxue Barkos a la cabeza.