Urtaran ha explicado que el Ayuntamiento «no va a retirar ninguna cruz», ya que el origen del monumento, erigido en 1952, fue «una cuestación popular con dinero de los vitorianos» por motivos religiosos.
Según ha añadido, posteriormente el franquismo utilizó la cruz «de forma partidista» grabando en su base los nombres de sacerdotes que murieron durante la guerra de 1936.
La Junta Administrativa del concejo de Mendiola –propietaria del terreno–, acordó el pasado mes de abril retirar el monumento, pero el Gobierno municipal gasteiztarra rechaza su derribo y quiere colocar un placa para «contextualizar el sentido de la colocación de la cruz. Si del ayuntamiento depende, no se va a retirar esa cruz. Se va a contextualizar. Habrá que ver si la Junta puede retirar la cruz, todavía no está claro», ha indicado Urtaran.
En este mismo sentido se ha pronunciado el teniente de alcalde y portavoz del PSE, Peio López de Munain. «Lo que va a hacer el Ayuntamiento es mantener en pie y contextualizar la cruz de Olarizu, un monumento que, no olvidemos, no nació para servir a la dictadura, sino que fue el propio régimen franquista quien se sirvió de él apropiándoselo para ponerlo al servicio de su fanático discurso», ha apuntado.