Según ha informado la Policía foral, una patrulla de seguridad ciudadana que se encontraba en la localidad observó un grupo de jóvenes que mostraban una actitud nerviosa al detectar la presencia policial.

Los agentes se dirigieron a ellos y comprobaron que varios portaban dosis individuales de hachís, envueltas en plástico. Uno de los menores admitió que se lo había vendido a sus amigos, a la vez que entregó una caja con otras cinco dosis preparadas para su distribución.

En el posterior registro de la vivienda también se encontraron una veintena de bolsas de plástico preparadas para su venta.

Por todo ello, los agentes detuvieron al menor e informaron a la Fiscalía de Menores, tras lo que sus padres se hicieron cargo de él.