En un acto en el que han estado presentes las principales autoridades navarras, encabezadas por la presidenta del Gobierno navarro, Uxue Barkos, el rector ha señalado que, a la hora de hacer balance, «surge la tentación de centrarse en los acontecimientos más noticiosos, que pueden generar titulares atractivos».

Sin embargo, ha dicho, «lo verdaderamente relevante en la Universidad es el trabajo cotidiano bien hecho, sin ruido y sin espectáculo».

El rector ha subrayado que hay dos rasgos que deben definir también a la Universidad del Opus: la empatía y los proyectos.

La empatía, ha comentado, tiene primero una dimensión interna, que consiste en la capacidad de entendimiento entre las facultades, servicios, departamentos y centros de investigación.

También resulta «crucial» la empatía externa, ha indicado Sánchez-Tabernero, quien ha considerado que «las instituciones que pretenden lograr un impacto social relevante no pueden trabajar de modo aislado, con contar con la colaboración de otras muchas personas y entidades con las que comparten valores, ideas, objetivos».

«El empeño por llegar a acuerdos con otros, la predisposición a ceder, a modificar los propios planteamientos, recibe un premio valioso: se puede servir mejor a un número mayor de personas cuando se suman conocimientos, experiencias y perspectivas variadas», ha apuntado el rector.

En ese sentido, ha aseverado que se debe «seguir profundizando en esta idea, aunque en ocasiones haya que superar obstáculos y muchas veces los acuerdos no se consigan al primer intento».

Respecto a los proyectos, ha resaltado que «vivimos una era de cambios y oportunidades. Nada parece permanente. Las posiciones de liderazgo de las empresas cada vez duran menos tiempo. Mayor aún es la incertidumbre en el ámbito político, donde cada vez hay más margen para que suceda lo inesperado».

En este contexto «dinámico e impredecible», ha agregado, «resulta clave avanzar con nuevos proyectos» y por ello «el ritmo de lanzamiento de nuevos proyectos no va a disminuir».

«Tenemos un buen número de ideas en fase de análisis y otras que iniciaremos próximamente», ha anunciado el rector, quien ha mencionado entre ellas la innovación docente, la renovación de la oferta de posgrado y la nueva sede del Museo de Ciencias, además de la próxima aprobación del Instituto de Investigación Sanitaria de Navarra (IDISNA).

Sobre el curso pasado, ha destacado que fue «el año de Madrid», con la apertura del nuevo edificio de la Clínica del Opus, que ya ha alcanzado «cierta velocidad de crucero» y en el que trabajan 570 empleados y desde la inauguración se han atendido más de 25.000 consultas.

En el curso 2017-208, la Universidad contó con 910 profesores, 1.500 personas dedicadas a tareas de administración y servicios, 8.239 alumnos de máster y 1.006 alumnos de doctorado. En las dos sedes de la Clínica (Iruñea y Madrid) trabajaron 2.605 profesionales.

Terminaron los estudios 1.502 alumnos de grado, se otorgaron 1.217 diplomas de máster y se defendieron 156 tesis doctorales, 50 de ellas con mención internacional.

El presupuesto global de investigación, incluyendo la Clínica, el IESE, el CIMA y Tecnum, ascendió a 104,8 millones de euros, con los que se financiaron 719 proyectos, 217 de ellos, nuevos.

El acto de apertura del curso se ha iniciado con el desfile del cortejo hasta el Aula Magna, en el que han participado más de 250 doctores, y la posterior lectura de la memoria del curso pasado, a cargo del secretario general, Gonzalo Robles.

A continuación, el profesor Pedro Crespo, de la Escuela Superior de Ingenieros de Donostia, ha pronunciado la lección inaugural, titulada ‘Del Bit de información al Bit cuántico: Una Historia de las Telecomunicaciones’.

Además de la presidenta Barkos, han acudido a este acto, entre otros, la presidenta del Parlamento de Nafarroa, Ainhoa Aznárez; la consejera de Educación, María Solana; la concejala de Cultura del Ayuntamiento de Iruñea, Maider Beloki; el presidente del TSJN, Joaquín Galve; y el fiscal jefe, José Antonio Sánchez.