Así lo apunta en un comunicado en el que señala que la ley en vigor «presentaba tales problemas que la consejera Beaumont tuvo que presentar una reforma, que no tuvo ni consenso ni apoyo por parte de sindicatos, grupos políticos, policías locales y forales, e incluso fue rechazada en Pleno».
En su opinión, esa reforma «carecía de eficiencia» y confirmaba las declaraciones que hicieron en su momento cuando auguraron que «era deficiente y promovía una distensión en el cuerpo de policías».
«Si esta nueva reforma de la Ley de Policías cuenta con el apoyo de a quienes va dirigida que es el cuerpo de la Policía tanto local como foral, habrá que tenerla en cuenta y valorarla, siempre y cuando garantice la estabilidad en cuanto a las condiciones laborales de los policías», concluyen los populares.