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Beaumont afirma que Rozalejo se pudo reocupar porque es un edificio «vulnerable»

La consejera de Presidencia, Interior y Justicia del Gobierno de Nafarroa, María José Beaumont, ha asegurado que el palacio Marqués de Rozalejo pudo volver a ser okupado tras su desalojo «por la sencilla razón de que es un edificio vulnerable» por su estructura, por sus características y su localización.

Policías forales, durante el desalojo de Maravillas. (Iñigo URIZ / FOKU)
Policías forales, durante el desalojo de Maravillas. (Iñigo URIZ / FOKU)

El edificio, ha comentado la consejera en el pleno del Parlamento de Nafarroa en respuesta a una pregunta del PP, tiene unas características que impiden «un cierre eficaz del mismo».

Así, ha explicado que el palacio tiene un patio interior de fácil acceso desde la cubierta, grandes ventanales, una terraza interior accesible desde edificios colindantes y balcones en la fachada principal muy próximos a inmuebles contiguos.

Sobre las actuaciones realizadas por los ocupantes en el interior, ha indicado que, según un informe técnico realizado tras el desalojo, se ha instalado una reja metálica en la puerta del sótano, se ha repuesto una chapa en un tragaluz, se han colocado maderas en las ventanas de la fachada, y se ha reparado una puerta metálica que da a la calle, todo ello utilizando clavos y soldadura.

La Policía Foral hizo un informe similar en el que, además, se consideraba que no era precisa una vigilancia policial permanente, entre otros motivos porque serían necesarios seis agentes, las 24 horas del día y durante un tiempo indeterminado, y habría que tener monitorizadas la cubierta y la terraza interior.

Asimismo, señalaba la Policía Foral, el acceso al palacio se puede realizar por tres calles diferentes, todas ellas estrechas y fácilmente bloqueables para evitar un posible refuerzo policial.

La consejera ha negado por último que diera ninguna instrucción a la Policía Foral para que no mantuviera una vigilancia del lugar tras el desalojo.

La portavoz del PP, Ana Beltrán, ha preguntado a la consejera si le «toma el pelo» porque, tras el desalojo, se volvió a entrar «por la puerta, con una radial», ya que el Gobierno «quiso permitir la nueva ocupación».