Ibai Azparren
Tolosa

Familiares de Altsasu y Catalunya: juntos contra la represión y más allá

Los familiares de los jóvenes de Altsasu y de los presos políticos catalanes han destacado el paralelismo de los dos casos en la mesa redonda celebrada esta tarde en el centro Topic de Tolosa. Pozueta, Goikoetxea, Bonet y Masvidal han denunciado la represión del Estado español pero recordando también la necesidad de solidaridad entre los pueblos: «Hay que generar sinergias, Catalunya y Euskal Herria tienen que seguir juntas».

Las personas que han participado en el acto celebrado en Tolosa. (Andoni CANELLADA / FOKU)
Las personas que han participado en el acto celebrado en Tolosa. (Andoni CANELLADA / FOKU)

“Dos caras de una misma represión” ha sido el título escogido para la mesa redonda que ha organizado CDR Gipuzkoa y que ha sido moderada por el periodista y director de ‘‘Berria’’, Martxelo Otamendi, esta tarde en Tolosa.

La sala se ha llenado para escuchar la tertulia que han protagonizado Bel Pozueta y Edurne Goikoetxea, madres de los altsasuarras Adur Ramírez y Ainara Urkijo, y las catalanas Laura Masvidal y Txell Bonet. Masvidal es miembro de la Asociación Catalana por los Derechos Civiles y compañera de Quim Forn, consejero de Interior de la Generalitat el 1-0 del pasado año, mientras que Txell Bonet es periodista y compañera del presidente de Omnium Cultural, Jordi Cuixart, preso como Forn. En el acto también ha participado la abogada Amaia Izko.

Masvidal, que ha comenzado destacando la expectación percibida en la sala, ha reivindicado el 1 de Octubre, calificando el movimiento como «un milagro». Respecto a la situación personal de su compañero, ha destacado que sigue pensando lo que pensaba y ha apuntado detalles como que su abogado les comunicó en Semana Santa que dejaba el caso, pese a una labor «técnicamente perfecta», al tomar consciencia plena de que este proceso es totalmente «político».

Por su parte, Bonet ha declarado que la población catalana se ha emancipado a través del referéndum y que «no va a tirar la toalla» aunque sus líderes sigan en prisión, pese a la conmoción provocada por ua represión a la que «el pueblo catalán no estaba acostumbrado».

La periodista ha remarcado que en el Estado español espanta la diversidad, pero sobre todo «tienen miedo al pueblo». Haciendo ya referencia a los familiares de los jóvenes de Altsasu, ha destacado Bonet que «estamos aquí juntos porque queremos una sociedad más justa. A ellos [por el Estado] no les interesa que compartamos objetivos».

Pozueta ha subrayado la necesidad de «generar sinergias» y de que «Euskal Herria y Catalunya sigan juntas». De hecho, ha subrayado que sus hijos «se sienten acogidos por el pueblo catalán» y ha animado a aprender de lo que ha pasado allí y tomar nota. Como enseñanza adquirida, esta: «Hay que internacionalizar. En Europa tienen que ver la represión de este estado antidemocrático».

Tanto Pozueta como Goikoetxea se han mostrado felices por el reciente traslado de sus hijos a Euskal Herria, aunque han reivindicado que «tienen que estar libres» y han garantizado que no van a parar porque temen que «la gente se olvide de nuestra historia».

Todo ello sin obviar la dureza de las visitas: «Cuando sales no da tiempo ha interiorizar que has estado con tu hijo, es muy duro que él siga preso y que esta situación se normalice». En cuanto a la vista oral en Madrid, Goikoetxea ha recordado que «no fue un juicio justo, sino un teatro». No obstante, ha querido destacar que «el Estado español nunca ha conseguido doblegarnos».

Comparando su situación con la de los represaliados catalanes, Goikoetxea ha dicho que «el Estado español no sabe actuar de otra manera, ya que dan la misma respuesta a dos procesos diferentes».

«Cualquier cosa puede ser terrorismo»

Amaia Izko, por su parte, ha denunciado que la jurisdicción es «totalmente permeable a las directrices políticas» y ha explicado que el concepto de «terrorismo» tiene que ser de interpretación restrictiva, «cosa que no pasa en el Estado español». Así se llega al caso de Altsasu, que prueba que «cualquier cosa puede ser delito de terrorismo, hasta una bronca a las cinco de la mañana».

Si en Altsasu se ha inventado «terrorismo», en Catalunya se ha patentado una «rebelión» también inexistente. En este sentido, Bonet ha querido destacar las declaraciones públicas de Diego López Garrido, abogado y redactor de dicho delito: «Él ha anunciado públicamente que no es aplicable en este caso».