«La aplicación de las sanciones del Consejo de Seguridad de la ONU debe continuar vigorosamente y sin falta hasta que tengamos una desnuclearización final, completamente verificada», señaló Mike Pompeo, secretario de Estado de EEUU. Pompeo, que presidió la sesión del Consejo de Seguridad de la ONU sobre Corea del Norte, celebrada en el marco de la reunión de la Asamblea General, urgió a sus integrantes a «dar ejemplo» e imponer una aplicación «estricta», ya que «el único camino» para Pyongyang es «la diplomacia y la desnuclearización».

Sin embargo, en un giro que rompe la unidad que condujo en 2017 a la adopción de sanciones sin precedentes, Rusia y China llamaron a flexibilizar esas restricciones a través de sus ministros de Exteriores, Sergei Lavrov y Wang Yi.

Lavrov pidió «revisar las sanciones» debido a los progresos del líder norcoreano, Kim Jong-un, que en el último año ha ordenado el desmantelamiento de algunas bases militares en su territorio y ha suspendido los ensayos de misiles balísticos. «Es inaceptable que las sanciones contra Corea se conviertan en un instrumento de castigo colectivo», subrayó Lavrov.

Mientras tanto, Wang sostuvo que «las sanciones no deben ser un fin en sí mismo» y reclamó avances en la firma de un tratado de paz entre las dos Coreas para poner fin al estado de guerra que técnicamente se mantiene en la península. Consideró que la rebaja de las sanciones «ayudaría a construir una confianza básica, facilitar aún más la desnuclearización y pondría en marcha las condiciones para un acuerdo de paz definitivo».

En los últimos años, el Consejo de Seguridad ha endurecido de forma importante las sanciones en respuesta a sus ensayos nucleares y con misiles, pero EEUU cree que algunos países no están haciendo todo lo necesario para implementarlas.

Denunció las violaciones de los límites impuestos a las importaciones de petróleo y de carbón por parte de Pyongyang, y, por ello, pidió al Consejo que ordene el cese inmediato de todo el suministro de productos. Por ahora, la solicitud ha sido frenada por Rusia y China.

Pompeo insistió en los anuncios «positivos» tras la reciente reanudación del diálogo directo con los norcoreanos. El miércoles dijo que en octubre visitará Pyongyang por cuarta vez, tras reunirse en Nueva York con su par norcoreano, Ri Yong-ho, para «avanzar más» hacia la desnuclearización, y preparar una segunda cumbre entre Donald Trump y Kim Jong-un.

Ahora «impaciente» por reunirse con Kim, Trump mostró un optimismo inquebrantable esta semana en la ONU, donde el año pasado amenazó con «destruir totalmente» a Corea del Norte. «Si no me hubieran elegido, sería una guerra», se felicitó el miércoles.

Aunque Pompeo fijó la semana pasada la fecha límite para la desnuclearización en enero de 2021, Trump indicó el miércoles que no quería «entrar en el juego del tiempo». «No importa si nos lleva dos años, tres años o cinco meses», agregó.

Abbas asegura que «Jerusalén no está en venta»

El presidente de la Autoridad Palestina (ANP), Mahmud Abbas, defendió ayer ante la ONU que «Jerusalén no está en venta ni los derechos de los palestinos están para ser negociados», y consideró que las recientes acciones de Israel y EEUU suponen obstáculos para el fin del conflicto en Oriente Próximo. Demandó al mundo que repudie la «racista» ley Estado-Nación aprobada en Israel y acusó a EEUU de ir en contra del proceso de paz con las decisiones de la Administración Trump, por lo que insistió en que Washington ya no puede ser el único mediador, aunque dijo estar «expectante» ante la idea de Trump de lanzar una nueva iniciativa para la paz.

Además de arremeter contra Abbas por calificar de «racista» su ley Estado-Nación», el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, aseguró que su país tiene pruebas de la existencia en Irán de una instalación secreta usada para continuar con su programa de armas nucleares, exigió una investigación y advirtió de que Israel va a actuar contra Irán donde sea necesario.GARA

Maduro cree que EEUU busca un pretexto para intervenir

El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, afirmó el miércoles que la crisis humanitaria que sufre su país está siendo usada como una excusa por EEUU para justificar una intervención militar internacional, «liderada por EEUU y con el apoyo de sus gobiernos satélites», siguiendo el mismo esquema que en Irak», invadido en 2003 después de que Washington alegara que Saddam Hussein tenía armas de destrucción masiva. Durante su discurso en la ONU, señaló que «se ha fabricado por distintas vías una crisis migratoria que se cae por su propio peso», opinó Maduro, que se mostró dispuesto a reunirse con Donald Trump.

En su primera resolución sobre el país, el Consejo de Derechos Humanos de la ONU insta al Gobierno a aceptar ayuda humanitaria para paliar la escasez de alimentos y medicinas. Además, la Fiscalía del TPI confirmó haber recibido la petición de Colombia, Argentina, Chile, Paraguay, Perú y Canadá para que investigue supuestos crímenes de lesa humanidad.GARA