Amaia U. LASAGABASTER

Noventa minutos para decidir entre tranquilidad y preocupantes alarmas

El Eibar llega a la octava jornada a la misma distancia, dos puntos, de la novena plaza y del descenso.

El Eibar se apresta a realizar un último esfuerzo antes del segundo parón liguero. Quedarán después aún siete meses de competición, prácticamente toda, pero con la clasificación tan apretada, el resultado de Girona puede tener trascendencia, sobre todo en el plano anímico. Y es que, con ocho equipos por encima en el espacio de apenas dos puntos y sólo tres por debajo con el descenso a dos, dependiendo de lo que suceda mañana en Montilivi, los azulgranas pueden trabajar las dos próximas semanas con la tranquilidad de verse en la zona noble de la tabla o con la tensión que generaría acabar la jornada en puestos de descenso.

Y es que, ni por arriba ni por abajo, acaba de destacarse nadie esta temporada. «Todavía los resultados están siendo bastante imprevisibles, hay poca regularidad y nadie se queda ni se destaca. Habrá que ver si con el paso de las jornadas se “norma- liza” y los “buenos” ganan más partidos y los menos buenos menos. Pero de momento hay muy pocas distancias», reconoce José Luis Mendilibar, que confía en ver a su equipo pronto en el lado de los «buenos». Aunque «siempre es mejor ganar, es lo que quieres», admite que los triunfos son especialmente bienvenidos en algunas ocasiones. En caso de perder ante el Girona «sería la tercera derrota consecutiva. Hace dos semanas parecía que estábamos bien y en tres jornadas... Queremos ganar. Vienen dos semanas sin jugar y el trabajo, el jugador cuando viene a entrenar..., es mejor si miras la clasificación y no te ves tan atrás. Ganar es complicado pero estamos preparados para intentar jugar y ganar».

El Eibar lo intentará ante un Girona que el año pasado, pese al buen debut de los catalanes en la categoría, se le dio de miedo. Por 4-1 ganó en Ipurua en la primera vuelta y saldó su visita a Montilivi con el mismo resultado en la antepenúltima jornada. «Ya nos gustaría repetir pero será complicado», admite el entrenador vizcaino. Y eso que ninguno de los dos equipos ha cambiado demasiado respecto al curso pasado.

Ni siquiera el relevo en el banquillo catalán, con la llegada de Eusebio por Pablo Machín, se ha notado demasiado. «Juegan con un estilo parecido. En algún partido han jugado con cuatro defensas pero lo habitual esta temporada también está siendo que jueguen con tres centrales y dos carrileros –analiza Mendilibar–. Y con un juego parecido al de la temporada pasada. Pero eso no quiere decir nada. Muchas veces decimos que si jugásemos el mismo partido tres días más tarde sería totalmente diferente y ahora estamos hablando de otra temporada. Ojalá nos salga como el año pasado pero será muy difícil», insiste.

Los goles

Lo que tampoco ha cambiado en el Girona es el nombre de su goleador. 21 goles marcó Christian Stuani la temporada pasada y en ésta ya lleva seis, del total de ocho que ha anotado el equipo catalán. Seis son también los que ha marcado el Eibar en su conjunto. Y nunca mejor dicho, porque los seis han tenido autores diferentes (Jordán, Enrich, Kike García, Escalante, Charles y Cardona).

Un reparto con el que está conforme Mendilibar, que lo prefiere así a tener una única referencia. «¿Si se te fastidia el goleador qué pasa? Si se lesiona, le expulsan..., si no hay más gente que marque goles se complica. A mi siempre me ha gustado que estén repartidos, marcar es labor del equipo. Que haya centrocampistas que lleguen al área y rematen, los centrales en estrategia, por supuesto los delanteros... Me gusta más así y en nuestro equipo normalmente suelen estar repartidos los goles», recuerda.

Mendilibar dirigirá hoy un último entrenamiento previo al encuentro (10.30 horas, Atxabalpe), tras el que la expedición armera viajará a Girona.

 

Sin quirófano para Escalante

El Eibar afrontará la visita al Girona con las únicas bajas de Pedro León y Gonzalo Escalante. Ambos con una hernia aunque, afortunadamente, el caso del argentino parece revestir menos gravedad que el de su compañero.

Escalante pasó consulta anteayer con un especialista, que confirmó la dolencia del jugador pero también constató que no se trata de un caso grave. Así que, para empezar, queda descartado que tenga que pasar por el quirófano. El centrocampista se someterá a un tratamiento conservador y, aunque desde el club no se han facilitado los plazos de recuperación, José Luis Mendilibar aseguró ayer que, según el especialista que trata al jugador, no habrá que aguardar demasiado.

Tampoco debería tardar mucho en restablecerse Pedro León. Su recuperación marcha por buen camino y en tres semanas podría estar entrenando con sus compañeros, aunque después deberá adquirir ritmo de competición. A.U.L.