OSASUNA-ZARAGOZA

Podría parecer que La Romareda no es terreno propicio para invertir la raquítica tendencia que Osasuna viene protagonizando como visitante. Y, sin embargo, el feudo maño reúne una serie de condiciones ahora mismo que le convierten en un escenario más que oportuno para romper la penosa dinámica foránea que acumula en la presente temporada.

Para empezar, por motivación no va a ser. Además de la histórica rivalidad, la animadversión que despierta la escuadra navarra en el campo zaragocista debe servir de acicate a los rojillos para estimularles en la idea de que un triunfo en dicho estadio siempre sabe mucho mejor que cualquier otro. La reciente estadística, además, anima a pensar que la empresa no es tan descabellada. De los últimos siete desplazamientos que ha realizado a a la capital aragonesa, solo en uno consiguieron los anfitriones quedarse con los tres puntos. Tres victorias y otros tantos empates atestiguan que La Romareda ha sido en los últimos tiempos lugar idóneo para los propósitos osasunistas.

A ello hay que unir que el conjunto dirigido por Imanol Idiakez no está pasando precisamente por una buena racha. En las últimas tres jornadas ligueras, el Zaragoza solo ha sumado un punto, rescatado en el Carlos Belmonte tras remontar un 2-0 adverso. Su más reciente compromiso disputado ante su público se saldó con derrota (0-2) ante un Lugo que se mostró muy superior.

Posibles cambios

Las dudas generadas por el rendimiento de algunos jugadores frente al Numancia podría dar lugar a posibles cambios en el once que alinee Jagoba Arrasate. De momento, lo que es segura es la presencia de inicio de Lillo, que sustituirá al lesionado Nacho Vidal. No se atisba que pueda haber más variaciones en la línea defensiva, pese a que Aridane no firmase el partido de su vida ante los sorianos.

Tampoco estuvo especialmente fino Brandon, todo pundonor pero con escaso acierto, por lo que la entrada de Fran Mérida, quien ya dispuso de minutos hace una semana, podría ser una de las novedades destacables. Lo mismo ocurre con Xisco, que puede relevar a David Rodríguez en punta.

La eterna recuperación de Juan Villar

Ya lo dijo Jagoba Arrasate en su comparecencia del sábado. «Si no tiene buenas sensaciones, no vamos a forzar. Esperaremos a la semana que viene». El preparador vizcaino se refería a la situación de Juan Villar, la gran incógnita de la lista de convocados que hará pública hoy.

El futbolista onubense se lastimó en la cuarta jornada durante el encuentro que midió al cuadro navarro con el Almería, cuando se retiró del campo al notar un pinchazo en su pierna izquierda.

Lo que en un principio fue una medida de precaución se convirtió en una lesión muscular de grado I en el bíceps femoral. Y un regreso a los terrenos de juego que se aventuró en apenas siete días se ha ido prolongando en el tiempo hasta alargarse por espacio de un mes. Sin la seguridad, además, de que este periodo no se vea dilatado todavía más, a la vista de los acontecimientos.

Juan Villar fue una de las incorporaciones de renombre que realizó Osasuna en este pasado mercado veraniego. Su capacidad goleadora –números dobles en las últimas campañas– no pasó desapercibida para los responsables técnicos rojillos, quienes no dudaron en pagar 850.000 euros al Tenerife para hacerse con sus servicios.

Pero en la operación también venía incluida la circunstancia de que apenas había completado ocho partidos en las dos últimas temporadas. Esa misma dinámica parece tener visos de continuidad en la entidad rojilla, aunque nada de ello será importante si el jugador mantiene la misma estadística de acierto.N.M.