La Sección Cuarta de la Sala de lo Penal del tribunal especial, en el decreto de ejecutoria conocido este martes, emplaza a Rato y también a los otros catorce exconsejeros y exdirectivos con penas superiores a los dos años de cárcel, que deberán acudir personalmente. Entre ellos se encuentra el exvicepresidente de Caja Madrid José Antonio Moral Santín, sobre quien pesan cuatro años de cárcel.
El pasado miércoles, el Tribunal Supremo ratificó la sentencia de la Audiencia Nacional de cuatro años y medio de cárcel para Rato, al considerar que «mantuvo y amplió un sistema pervertido desde su origen», que facultó a los titulares a utilizar las tarjetas en su beneficio sin necesidad de justificar los gastos, como si fueran «los dueños del dinero».
Además de a ambos altos cargos, la ejecutoria afecta a los exconsejeros de Caja Madrid Estanislao Rodríguez Ponga (en representación del PP), Antonio Romero Lázaro (PSOE), Francisco Baquero (CCOO) y Jorge Gómez (PSOE), a los que la sala de lo Penal del Supremo confirmó su condena a tres años y dos meses de prisión por contribuir a mermar el patrimonio de la entidad, con cargos que oscilaban entre los 98.000 y los 266.000 euros.
Junto a ellos, otros nueve usuarios de las tarjetas fueron condenados a penas que conllevan ingreso en prisión: tres años de cárcel para José María de la Riva (PSOE), Rodolfo Benito (CCOO) y Gonzalo Martín Pascual (UGT), y dos años y medio para Francisco José Pérez (PSOE), Miguel Ángel Abejón (UGT), Rubén Cruz (IU), Antonio Rey de Viñas (CCOO), Javier de Miguel (PP) y Ángel Gómez del Pulgar (PSOE).
En total, los quince desembolsaron en distintos tipos de gastos personales –viajes, comidas, ropa, compras en supermercados, retiradas de dinero en efectivo– casi 2,9 millones de euros, de los más de 12 millones que, según ambos tribunales, fueron sustraídos del caudal de Caja Madrid y, más tarde, de la Bankia primigenia.
El Supremo resolvía así los recursos interpuestos por 60 de los 64 condenados en primera instancia por la Audiencia Nacional, y confirmaba la responsabilidad de Rato, quien por su preparación y experiencia no podía ignorar el funcionamiento opaco de las tarjetas.
Pese a ello, apuntaba la sentencia de la que fue ponente el juez Miguel Colmenero, «mantuvo el sistema e incluso lo amplió a otras personas», primero a su favor –hizo un gasto de 99.055 euros posteriormente reintegrado–, y ya en Bankia, de sus más estrechos colaboradores.
En este sentido, subrayaba que el exvicepresidente del Gobierno español y ex director gerente del FMI «no puede ampararse en ilegalidades anteriores», en alusión a la conducta por la que fue condenado a seis años de prisión su predecesor, Miguel Blesa, fallecido en verano de 2017 y cuya responsabilidad civil fue confirmada hace un año.