Apenas está arrancando y no será hasta el 8 de diciembre, con una asamblea de cargos electos, cuando empezará a funcionar formalmente, pero el president Carles Puigdemont y el exdiputado Toni Comín han querido aprovechar el primer aniversario de su exilio belga para presentar al público la puesta en marcha del Consell per la República.
Puigdemont ha presentado la nueva plataforma como la cuarta pata que, junto a las instituciones de la Generalitat, la sociedad civil y los presos políticos, debe articular la acción del independentismo catalán a partir de ahora. Una instancia a la que le toca «actuar sin el corsé de un Estado autoritario» para avanzar «en los debates que el Gobierno español no quiere que demos». «El Consell puede hacer república de una manera más libre y desacomplejada, porque a nosotros no nos pueden aplicar ningún 155», ha añadido.
Sin entrar en mayores concreciones, el president en el exilio ha defendido que el Consell per la República debe ser una institución «abierta a la participación ciudadana», algo para lo que se creará un registro de ciudadanos que quieran formar parte. También ha defendido buscar nuevas formas de articular dicha participación política de la ciudadanía, apoyándose en las nuevas tecnologías.
Por su parte, Toni Comín, que ejercerá como coordinador de este espacio catalán en Bruselas, subrayó la que entiende como la principal tarea del Consell: «Trabajar para conseguir el reconocimiento internacional del derecho a la autodeterminación».
El acto celebrado en el Palau de la Generalitat ha contado también con las intervenciones del president, Quim Torra, y de su vicepresidente, Pere Aragonès.