Naiz

El Ayuntamiento de Iruñea rechaza retirar el proyecto de ordenanza reguladora del euskara

El pleno del Ayuntamiento de Iruñea ha rechazado retirar el proyecto de la nueva ordenanza reguladora de la utilización y del fomento del euskara, al tiempo que ha negado asimismo que sus contenidos sean «discriminatorios».

Perales y Asiron, en un pleno de Iruñea.
Perales y Asiron, en un pleno de Iruñea.

De esta forma, no han salido adelante las propuestas de declaración presentadas por UPN y PSN, respectivamente, al recibir el voto en contra de EH Bildu, Izquierda-Ezkerra, Geroa Bai y Aranzadi.

Los regionalistas, en su declaración, pedían retirar el proyecto de ordenanza del euskara por considerarlo «absolutamente desproporcionado con la realidad lingüística de Pamplona».

Asimismo, la declaración presentada por los socialistas denunciaba «la forma excluyente y unilateral con que el alcalde Asiron ha presentado la reforma» de esta ordenanza y «sus contenidos discriminatorios, los perjuicios que causarán a buena parte de la ciudadanía y el rechazo que provocarán hacia el euskera».

El portavoz de UPN, Enrique Maya, ha indicado que «no tiene sentido que algo tan importante y delicado como es hasta donde debe llegar la aplicación» de esta ordenanza salga adelante con un resultado «tan exiguo», y ha apostado por «su retirada, abrir un proceso de debate y que se intente llegar a un consenso» sobre el contenido de la misma.

Maite Esporrín, PSN, ha acusado al equipo de gobierno municipal de «falta de diálogo y consenso», de querer «llenar la Administración de personas afines a su ideología» cuando las lenguas «se fomentan, no se imponen».

Aritz Romeo, de EH Bildu, ha indicado que el euskara tiene que ser «una lengua de servicio», un concepto, ha dicho, recogido en la actual ordenanza, que data de 1997, y ha denunciado que UPN y PSN quieren «politizar el euskera, una lengua que es de todos y todas».

Itziar Gómez, de Geroa Bai, ha incidido en que «se está inmerso en una actualización» de la citada ordenanza, ha criticado «el falso discurso de la imposición» de la oposición y ha achacado al PSN que «no está donde estaba en 1997» y se ha colocado «donde estaban los adversarios antes».

Por parte de Izquierda-Ezkerra, Edurne Eguino ha acusado a UPN de «no reconocer el derecho de la ciudadanía a dirigirse en euskera en plenitud en cualquier Administración» y de «poner al euskera en la confrontación política y social», y ha instado al PSN a sumarse.

Laura Berro, de Aranzadi, ha señalado que «los motivos de fondo por los que solo una minoría de la población sabe euskera» se deben «al miedo, represión y vergüenza que se vivieron en la dictadura» y «después su marginación en la Administración y fuera de ella», por lo que ha apostado por dar «un empujón» a los derechos lingüísticos.