No parece el campo del Espanyol terreno propicio para que el Athletic enderece una trayectoria liguera marcada por los empates, un resultado que da escasos réditos con el actual sistema de puntuación. Lo dice la historia más reciente y la estadística casera de los periquitos. La escuadra vizcaina no vence en el feudo albiazul dentro de la competición doméstica –sí lo hizo en Copa en marzo de 2015– desde hace más de dos décadas y los dirigidos por Rubi cuentan sus encuentros caseros por victorias en la presente campaña, habiendo encajado solo un gol.
Con precedentes tan poco halagüeños y el escaso nivel de juego que está mostrando el cuadro rojiblanco, no resulta extraño que el pesimismo se adueñe de las sensaciones previas al choque. Solo una victoria en el estreno liguero del equipo contra el Leganés después de haber disputado ya diez jornadas se antoja como un maleta bastante exigua para lo que se debe exigir a esta plantilla.
Y, como cabe esperar, los malos resultados acarrean una situación de inquietud y desconfianza que se refleja tanto en la toma de decisiones de los jugadores como en la del técnico, Eduardo Berizzo. El argentino incluso pareció renunciar a sus principios futbolísticos en el último choque contra el Valencia, por lo que es toda una incógnita si mantendrá ese mismo planteamiento en Barcelona o regresará a sus orígenes.
Músculo o creatividad
Eso se traduce en volver a alinear una sala de máquinas con preponderancia por el músculo o arriesgar por una mayor creatividad, con el añadido de la situación contractual de Mu-niain –Berizzo dejó entrever en pretemporada que sobre el txantreano pivotaría la labor creativa– y si se le aplicará el mismo criterio que a otros compañeros que tampoco han renovado con el club vasco.
El Athletic se encuentra a solo un punto de los puestos de descenso y un nuevo tropiezo tensionaría aún más la coyuntura en el entorno de Ibaigane. De que Berizzo consiga dar con la tecla idónea en la disposición táctica y mentalidad del equipo y de la actitud de sus pupilos sobre el césped del RCDE Stadium dependerá que los leones acaben comiéndose a los periquitos mucho tiempo después.
Berizzo niega que haya un cambio en la filosofía de juego del equipo
El técnico rojiblanco, Eduardo Berizzo, negó que las variaciones que introdujo en el once durante la última jornada sean motivadas por un cambio en la filosofía de juego del conjunto vasco.
«El cambio de nombres no obedece a desligarnos de nuestro estilo de juego. La inclusión ante el Valencia de los dos Mikel tenía que ver con el tipo de encuentro que íbamos a jugar, con el desgaste previo de dos partidos de 90 minutos de los jugadores de medio campo, como Muniain y Unai López», justificó el argentino.
De hecho, avanzó que el once que diseñará para medirse al Espanyol «puede sufrir matices», de cara a ser lo más competitivos posible frente a un adversario que «juega muy bien». «Combinan con unos atacantes que, si son bien surtidos de balones con ventaja, son verticales, rápidos y goleadores», avisó.
Berizzo confía en ver una continuidad al paso adelante que, a su juicio, dio el equipo frente a los ches. «Ganamos en solidez y en firmeza. Habíamos recuperado cemento y confiabilidad. Seguimos insistiendo en que debemos jugar cada vez mejor, pero a partir de un orden, un equilibrio y una solidez», indicó.
GARA