NAIZ
MADRID

El fiscal del Tribunal de Cuentas acusa al Govern de Puigdemont de desviar 8 millones para el 1-O

El fiscal jefe del Tribunal de Cuentas, Miguel Angel Torres, ha presentado una denuncia en la que acusa al Govern que presidía Carles Puigdemont de desviar más de ocho millones de euros para el referéndum del 1-O.

Oriol Junqueras y Carles Puigdemont, en el Palau de la Generalitat. (Josep LAGO/AFP)
Oriol Junqueras y Carles Puigdemont, en el Palau de la Generalitat. (Josep LAGO/AFP)

El escrito de la Fiscalía se conoce un día después de que Sociedad Civil Catalana y Abogados Catalanes por la Constitución presentaran su propia denuncia ante el Tribunal de Cuentas contra el Govern anterior por el 1-O, si bien en el caso de estas organizaciones la cantidad supuestamente desviada sería 1,97 millones de euros de fondos públicos.

La demanda del fiscal Torres afecta a todos los consellers del equipo de Puigdemont e incluso a la que por entonces era interventora de la Generalitat, y eleva el desvío de dinero público a una cantidad muy superior a las manejadas en la causa que se investiga en el Supremo.

La Guardia Civil cifró la posible malversación en 3,2 millones de euros y la Fiscalía, en su escrito de acusación ante el Supremo, en 3,07 millones.

La demanda presentada ante el Tribunal de Cuentas por la Fiscalía responde a la investigación abierta por la denuncia presentada en noviembre de 2017 por el Ministerio español de Hacienda por el presunto empleo de dinero público para el 1-O.

En concreto, Hacienda pedía que la Fiscalía hiciera las «actuaciones oportunas» encaminadas a determinar las actuaciones, los contratos y actos administrativos realizados por la Generalitat para la organización y celebración del referéndum y a concretar cuánto dinero costó.

Es decir, el Tribunal de Cuentas abrirá ahora un proceso para determinar la posible responsabilidad contable de los miembros del Govern que participaron en el 1-O, un procedimiento independiente al que se sigue en el Supremo por la responsabilidad penal.

Paradójicamente, el Gobierno de Mariano Rajoy, y especialmente el Ministerio de Hacienda encabezado entonces por Cristóbal Montoro, repitieron por activa y por pasiva que no se había destinado dinero público para el 1-O, ya que en aquel entonces las cuentas de la Generalitat estaban intervenidas desde Madrid.

En el caso del 9N, el Tribunal de Cuentas condenó al expresident Artur Mas y los exconsellers Joana Ortega, Francesc Homs e Irene Rigau a devolver casi cinco millones de euros gastados por la Generalitat en la consulta soberanista de 2014.