Agustín GOIKOETXEA
DONOSTIA

Fallece Francisco Pérez Lusarreta, el último gudari del Batallón Gernika

Francisco Pérez Lusarreta, último gudari del Batallón Gernika, falleció el domingo a los 96 años. El inexorable reloj biológico cierra así un capítulo de la historia de este país que hombres como este vecino de Jaurrieta escribieron gracias a su compromiso contra el fascismo.

La vida de Paco Pérez Lusarreta fue intensa desde que siendo un adolescente el alzamiento fascista le sorprendiera en Irun, a donde su familia se trasladó a trabajar desde Erronkari. Por ello, siempre que tenía la oportunidad contaba aquello de lo que fue testigo y protagonista. Nunca se escondió, comentaba en las largas charlas que mantuvo para que nadie olvidara lo que él y otros hicieron en defensa de una sociedad más justa.

«El enemigo de la memoria no es el tiempo, sino el silencio», repetía cuando acudía a algún acto, como cuando el 2 de agosto pasado se encargó, junto con otros represaliados de la guerra de 1936, de encender el primer cohete de las fiestas de Bera. En una residencia de este pueblo pasó los últimos años.

Este gudari de ANV hizo frente a las adversidades que le tocaron vivir, como benjamín de una familia que sufrió las consecuencias de la guerra, con padre y hermano encarcelados en los Escolapios de Bilbo y Santoña, respectivamente. Fiel reflejo de ese compromiso es que a los 22 años llegó a ser capitán del Batallón Gernika.

Esa implicación antes le llevó a ser mugalari, ayudando a cruzar el Bidasoa a compañeros. Más tarde, él también seguiría esos pasos al sentirse vigilado. En aquellos oscuros años tras la victoria de Franco y del auge del fascismo, sufrió los brutales interrogatorios del torturador Melitón Manzanas, empeñado en que delatara a la red. El policía franquista y colaborador de la Gestapo no lo consiguió y lo encarceló en Ondarreta.

Pérez Lusarreta era el último superviviente del Batallón Gernika, aquella unidad de gudaris conformada en 1944 por el Gobierno de José Antonio Agirre, a las órdenes del comandante ekintzale Kepa Ordoki, que combatieron contra los nazis en la Segunda Guerra Mundial. Para la historia queda la batalla de Pointe de Grave, en la que en abril de 1945 tomaron la fortaleza de Arros.

El valor de los dos centenares de vascos contribuyó, desde su incursión en la denominada Cota 40, a la victoria en este enclave del Médoc, próximo a Burdeos, y a poner fin a la ocupación alemana. Los cronistas relatan que el 22 de abril el general De Gaulle pasó revista a las tropas, saludó a la ikurriña y afirmó que «Francia nunca olvidará los esfuerzos y sacrificios de los vascos para la liberación de nuestra tierra». Luego se olvidó.

Al cumplirse 70 años de aquella efeméride, Francisco Pérez Lusarreta fue uno de los tres combatientes a quien el lehendakari Iñigo Urkullu y el presidente de Aquitania, Alain Rousset, entre otros representantes institucionales, homenajearon. Ayer, al tener conocimiento del óbito, Urkullu destacó el compromiso con la democracia y libertad del fallecido, definiéndole como «una persona buena, grande y ejemplar».

También mostró sus condolencias con la familia la asociación Kepa Ordoki Memoria Historikoa Bidasoan, con la que colaboró aportando información sobre el propio Ordoki y la represión en la comarca.