Santiago de Cuba, «cuna de la Revolución», fue ayer el epicentro de las celebraciones por el 60 aniversario del triunfo de los guerrilleros comandados por Fidel Castro. En el parque Céspedes, escenario principal de los festejos y el mismo donde Castro recibió el año 1959 con una arenga de victoria, cientos de santiagueros dieron vivas mientras se izaba una bandera cubana gigante, tradición de más de 115 años que demuestra la larga historia de rebeldía de la «Ciudad Héroe». La costumbre data del siglo XIX, cuando los mambises (guerrilleros independentistas) luchaban en la cercana Sierra Maestra contra el colonialismo español. «No lo podemos separar. En Santiago se baila por el Año Nuevo y por la Revolución, que es una sola, desde las guerras de independencia hasta ahora», declaró Efe Belkis, una santiaguera que todos los años acude con su familia a ver la ceremonia en la plaza.

«Amanece #Cuba en #60Aniversario de la Revolución. Sí a la celebración, a la alegría, a la defensa incansable de todo lo que construimos y levantamos juntos, el pueblo de Cuba y su Gobierno revolucionario. Feliz Año Nuevo», escribió el presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, en su cuenta de Twitter para dar la bienvenida al Año Nuevo.

«Hoy –por ayer, prosiguió– la cita es con Raúl en Santiago. Ahí estará el pueblo bravo, valiente y noble de Cuba. El de Fidel, el de Raúl, el de todos los que han luchado y luchan por mantener la Patria libre, soberana y feliz. Somos Cuba; somos continuidad. Y vamos por más».

El acto central estaba programado para las 17.15, hora local, seis horas más en Euskal Herria, con la intervención del expresidente Raúl Castro en el cementerio de Santa Ifigenia, donde reposan las cenizas de su hermano y líder de la Revolución, Fidel Castro.

Desde hace meses, un gran cartel con la imagen del fallecido líder revolucionario descuenta los días que faltan para la fecha, en medio de un ambiente de expectación.

Apertura al «cuentapropismo»

Este aniversario se produce en pleno proceso de reforma constitucional, que introduce importantes cambios y reformas, entre ellos, el reconocimiento de la figura del «cuentapropismo», que se traduce en el reconocimiento oficial de los negocios particulares, como la apertura de hostales o paladares.

En propio Díaz-Canel incidió recientemente en la Asamblea Nacional en que «los trabajadores por cuenta propia no son enemigos de la Revolución, son resultado del proceso de actualización, y han resuelto problemas que recargaban al Estado. Su funcionamiento tiene que ser fruto de la legalidad, contamos con ellos para impulsar la economía. Hay que eliminar los prejuicios, la desconfianza y la inseguridad».

En entrevista con GARA, la diputada y directora del Centro Nacional de Educación Sexual de Cuba, Mariela Castro, hija de Raúl Castro y de la también guerrillera Vilma Espín, remarcó que «el socialismo no se hace en 60 años, no se hace rápido. A veces hay que retroceder en mecanismos para poder sostener la base económica que garantice continuar con la estrategia de desarrollo socialista. Y, además, hay que articularlo de una manera en que estas personas que hacen este tipo de trabajo sigan siendo consideradas socialmente como trabajadoras, que también le están aportando a la riqueza del país, a los servicios del país, que están haciendo su aporte al desarrollo del país»,

«Cuba está fortaleciendo la democracia socialista. El pueblo está diseñando cuál es el país que queremos; cómo queremos articular mejor los mecanismos de participación democrática en el diseño de las políticas, de la Constitución, de todo el sistema legislativo cubano. Estos 60 años han demostrado el nivel de madurez política del pueblo cubano y su nivel de conciencia política crítica», subrayó.

Otro de los cambios notables del nuevo texto constitucional, que será sometido a referéndum el 24 de febrero, es la apertura al matrimonio igualitario, aunque finalmente no será incorporado en la Constitución, sino que será desarrollado en el Código de Familia.