El Athletic acabó el año lidiando con el descenso y lo empieza de lleno metido entre los tres últimos de la clasificación merced al empate del Villarreal ante el Madrid. El partido del lunes en Vigo se antoja clave para ver la luz al final del túnel, y para enderezar la nave desde ya el equipo de Gaizka Garitano tiene mucho trabajo por delante, como afinar mucho, muchísimo su puntería, sacar tajada de su control del balón o aprovechar mejor sus centros al área. Así que veamos qué retos inmediatos se le presentan al Athletic en este 2019 tras el 2018 en el que vivimos peligrosamente con él. De los 23 equipos que participaron en Primera el año pasado, en una hipotética tabla los leones habrían acabado 17º. El peor año de su historia liguera.
Portería
Iago Herrerín se recuperó de su lesión y recuperó «por jerarquía», según Eduardo Berizzo, la titularidad en detrimento de un Unai Simón que acaba de ser incluido esta semana por la UEFA entre los 50 prometedores jóvenes a seguirles la pista en este 2019. El de Castro Urdiales, que mantiene la confianza también de Garitano, sigue sin poder quitarse de encima la lupa con la que buena parte de San Mamés analiza cada actuación suya, no se le perdona nada y ganan enteros los que abogan por la vuelta del gasteiztarra al once rojiblanco. Los guardametas del Athletic son los cuartos que menos porcentaje de tiros detienen, por delante de los del Eibar, Rayo y Huesca. En la portería hay debate, no problema.
Defensa
Iñigo Martínez y Yeray se han consolidado como pareja defensiva con Garitano –séptimo y octavo centrales de la Liga que más balones recuperan por falta cometida–, una línea a la que se ha incorporado el derroche físico y la potencia, aunque muchas veces sin control, de un Capa que cuenta con la confianza del nuevo técnico y eso lo nota. En el otro lado Yuri sigue ostentando la titularidad a pesar de sus discretas actuaciones defensivas. De Marcos es el gran perjudicado, Balenziaga cuenta aún menos y al ‘protegido’ de Berizzo, Nolaskoain –como en su día Unai Núñez lo fue de Ziganda–, le tocará seguir aprendiendo desde el banquillo. La zaga ha ganado solidez con el técnico de Derio, tres partidos seguidos con portería a cero, incluida la Copa, y ese gol en el último suspiro ante el Valladolid. La casa no se empieza por el tejado en casos de crisis y Garitano lo sabe, debe apuntalar definitivamente la retaguardia del equipo: a estas alturas de la temporada, el Athletic encaja un gol por cada 2,7 remates a portería, lo que le sitúa entre los nueve conjuntos con peor registro de las cinco principales ligas europeas; el Eibar promedia 2,6 y, sorpresa, el peor equipo de todos es el Bayern de Munich, un gol por cada 2,3 disparos a puerta. En total, 24 tantos han recibido los bilbainos en 17 jornadas, y entre ellos, otra faceta a mejorar para Garitano, 8 nada menos que en jugadas a balón parado –solo Espanyol y Girona han recibido más–, y 3 lo fueron en saque de esquina –solo Valladolid y Rayo tienen peor registro–.
Mediocampo
La llegada de Garitano ha tenido efectos directos en la zona ancha del campo. Cambio de dibujo e inclusión de un hombre de su máxima confianza como es Dani García, que vuelve a rayar a gran altura en su despliegue. A su lado, Beñat, al que se debe pedir más regularidad en sus actuaciones. San José se confirma como el primer recambio, y falta saber qué papel tendrá en adelante un Muniain relegado a la suplencia justo después de su renovación. Los leones son el sexto equipo con mayor posesión media de la Liga, el 52%, precisamente, por detrás de su próximo rival, el Celta. Sin embargo, es de los peores a la hora de sacar rédito a ese control del balón. Posesión infructuosa a la que se quiere poner remedio imprimiendo más verticalidad al juego y mayor insistencia por las bandas. Y ojo, solo los centrocampistas del Madrid, Huesca y Getafe han aportado menos goles que los del Athletic.
Ataque
Dos goles en los últimos tres partidos de Liga, ambos de Aduriz, ambos de penati, dibuja de manera descarnada el cuadro clínico del equipo. Quince en 17 jornadas, solo cuatro en jugada a balón parado y tan solo tres equipos con peor bagaje en la estrategia ofensiva, Getafe, Betis y Celta. Un único tanto de córner, cuando el Athletic es el sexto equipo que más saques de esquina al área consigue rematar. Una faceta aérea donde el conjunto bilbaino históricamente ha tenido una de sus mejores bazas en ataque y hoy es una caricatura. El equipo tiene un serio problema con el gol, y no solo porque el cuestionado Iñaki Williams es verdad que no anota en San Mamés desde hace dos años y aun así es el pichichi del año natural con 8 dianas, sino porque ni Berizzo ni Garitano encuentran al mirar al banquillo un revulsivo anotador. En el Celta, el próximo rival rojiblanco, cinco de sus 27 tantos llevan la firma de suplentes; en el Athletic solo 1 de sus 14 goles.
60 años de la paliza al Celta por 9-0
No fue un 7 de enero, pero sí un 4 del mismo mes pero de hace 60 años cuando el Athletic era el Atlético. Los leones le endosaban un histórico 9-0 al Celta de Vigo y eso que el colegiado les ‘birló’ dos penaltis claros, según las crónicas. Era el segundo partido de la mayor racha goleadora de la historia de la Liga, que comenzó una jornada antes con un 9-0 al Sporting y tendría continuidad con un 1-8 en El Sadar y un 7-0 al Betis en San Mamés. En aquel 9-0 a los celtiñas Mauri firmó un triplete y sus compañeros Merodio, Uribe y un espléndido Artetxe anotaron dos tantos por cabeza. En el conjunto bilbaino jugaban entonces Gainza, Carmelo Cedrún o el recordado José María Maguregi, que décadas más tarde dirigiría a los gallegos. Precisamente, el Athletic es también el responsable de la mayor goleada recibida nunca por el Celta en Primera División, el 10-0 de la campaña 1941-42 en el que el mítico Zarra rubricó cuatro goles.J.V.