Joseba VIVANCO

«UEFA posible»

A pesar del discurso cauto de Garitano, equipo y afición ya miran hacia los puestos europeos y esperan con ganas la disputa del derbi.

Decía el exfutbolista Fabrizio Miccoli que «los lunes son como ser marcado por Jaap Stam»… ¿Recuerdan? Sí, aquel enorme central neerlandés de 1,91 de altura que jugó en el United y Milan, apodado ‘La Roca’. El italiano venía a decir que los lunes se te hacen de noche desde por la mañana... Eso sí, salvo si eres del Athletic y tu equipo gana partidos como el del día anterior. En el Botxo y alrededores no fue ayer un lunes cualquiera; es más, todo athleticzale está deseando que llegue el derbi del sábado en Anoeta porque la cresta de la ola en la que navega ahora mismo la afición rojiblanca tiene más de «UEFA, posible», que diría el malogrado Howard Kendall, que del bienio negro al que muchos resucitaban no hace tanto con fines espurios.

Los leones firmaron otro solvente partido, dinámicos, verticales, atrevidos en una contagiosa primera mitad y el arranque de la segunda; solidarios, generosos, convencidos de lo que hacían y defendían en una segunda parte en la que incluso el final del duelo se alió con la propia épica del triunfo. El fantasma del día del Valladiolid se paseó durante minutos sobre una entregada grada en la que nada ha cambiado, salvo que su equipo por fin tira de ella y ahora sí, la comunión termina siendo ese futbolista que suple al expulsado De Marcos, ese público que te da la mano cuando el equipo lo necesita, sea subiendo los decibelios del estadio cuando el rival te pone cerco, sea con un vistoso bufandeo generalizado que abrillanta todavía más el aura del propio San Mamés.

Los 500 encuentros de Susaeta reconocidos por otras tres leyendas del club bilbaino, ese grito alocado de deshagogo más que de alborozo de Iker Muniain tras su gol, el cómplice choque de puños entre Dani García y Iago Herrerín después de ese vuelo acrobático del portero para cambiar el destino del golpeo de Sergio Canales, el abrazo espontáneo a tres entre Garitano, Williams y Muniain en la banda al escuchar el pitido final... ¿Que por qué ese equipo no va, ni iba, a perder la categoría? Me lo dicen o me lo preguntan... El ADN competitivo estaba ahí, el gen grupal también, solo necesitaba empezar la reforma por los cimientos, que le acompañaran un par de buenos resultados y las piezas del reloj se sincronizaran al servicio del colectivo. El alquimista que ha dado con la fórmula mágica ha sido Gaizka Garitano, el mejor revulsivo en la historia liguera del Athletic como acreditan sus números: 15 puntos de los 24 que suma el equipo en solo 7 partidos. Siete partidos ligueros sin perder, en ninguno el conjunto rojiblanco ha ido por detrás en el macador y en cuatro con portería a cero.

Ante el previsible ‘euroBetis’ de Quique Setién el Athletic destapó de golpe todas esas cualidades que crecían con cada partido. La solidez defensiva, la optimización de las ocasiones, la confianza en sí mismos; mantener la portería a cero, exprimir los remates de Muniain o la verticalidad de Williams, convencerse de que lo del día del Valladolid fue un accidente y no un debe del equipo. Ante los béticos el Athletic supo ganarle la partida en la primera mitad y guardar la ropa en la segunda. Porque el grupo ha crecido mentalmente, pero individualmente el pico de juego de la mayoría de los futbolistas se ha alineado en el momento justo de la temporada. El domingo San José hizo olvidar a Beñat, De Marcos a Ibai, Balenziaga lo hubiera hecho con Yuri, y al revés sucedería igual. El nivel exhibido por Dani García, Capa, Yeray, Iñigo Martínez, Muniain...

Cuando hay que aparecer

Claudio Caniggia, aquel veloz extremo argentino de rubia melena, defendía en una reciente y recomendable entrevista en ‘‘Jot Down’’ que él rechazaba valorar «a los futbolistas por su técnica y sus florituras, para él los buenos son los que aparecen en el momento cumbre. Cuando hay que aparecer. No hay más». Seguramente fue esa la diferencia entre el Athletic y el Betis, entre el Athletic y la mayoría cuando las cosas vienen mal dadas. Ahí aparece el felino Yeray, la mejor versión de Iker Muniain, el ‘lento’ San José, el espíritu de Santi Urkiaga encarnado en Ander Capa o nuestro particular N’Golo Kante, Dani García, cuando no De Marcos, Balenziaga, Susaeta...

De la noche a la mañana, en Bilbo han dejado de mirar hacia abajo y cuentan las horas para el derbi, como ya saborean en el horizonte la visita del Barcelona. Ya lo verbalizó Joaquín Caparrós, de puta a monja en cinco minutos... El Athletic mira a Europa. Lo decía hace unos días el propio Ibai Gómez, lo corroboraba esta semana Yuri. Después de la victoria del domingo y de dar rienda suelta a la acumulada tensión en ese abrazo final, Garitano se colgó de nuevo el hábito, chupó un limón y retomó su discurso de placebo. Pero es inevitable que equipo, afición ya miren hacia los puestos nobles, por resultados sí, pero sobre todo por lo que transmite el equipo, por su fortaleza mental y su confianza ciega.

«UEFA posible», aquel positivismo del añorado Kendall cala en Bilbo. Lo dijo Garitano, «hoy a disfrutar y mañana pensar ya en el derbi y seguir compitiendo como lo estamos haciendo».

 

Y Mateu Lahoz en el horizonte

De Marcos no estará en Anoeta ante la Real, después de ver la roja directa por esa patada extemporánea que le propinó a un rival cuando el corazón corría más que las piernas. Su segunda expulsión en 373 partidos, tras aquella por doble amarilla en el Bernabéu en 2012. Los leones vieron cuatro cartulinas más, lo que acumula su colección de tarjetas. Muniain, Capa, Susaeta y Núñez están en capilla cara a un derbi de Anoeta que ayer se supo tendrá a bien dirigir el ínclito Mateu Lahoz, otro de esos colegiados con los que el Athletic no tiene un especial «feeling». Con él, los leones han salido derrotados en 18 ocasiones, empatado en 4 y ganado en 6, ¡y han visto 8 rojas! datos adversos que ni con Undiano Mallenco. La última vez que el Athletic ganó con el árbitro valenciano fue hace tres años, un 4-1 al Deportivo. Eso sí, hace siete años pitó un Athletic-Real que cayó del lado local, 2-0, ambos de Susaeta, y con gol válido anulado a Carlos Vela.J.V.