Martxelo DÍAZ
IRUÑEA

Un trabajo de dos años y medio, pendiente de una votación

Entidades locales y otros agentes llevan más de dos años y medio trabajando para aprobar una ley que racionalice la Administración Local navarra.. Se vota mañana en el Parlamento, pero su aprobación no esta garantizada por la posición de Orain Bai.

El Pleno del Parlamento navarro votará mañana la Ley Foral de Reforma de la Administración Local, más conocida popularmente como Mapa Local. Es el primer punto del orden del día y ha centrado el interés mediático estos días por la amenaza de Orain Bai de no votar a favor, lo que unido al previsible rechazo de UPN, PSN y PP haría que esta norma no saliera adelante. Más allá de la pataleta de unos parlamentarios que buscan mostrar su enfado por cómo se desarrolla el conflicto entre las dos partes en las que se dividió lo que una vez fue el grupo de Podemos, está en juego una ley considerada estratégica por los agentes del ámbito local. Salvando las diferencias, el jueves volverá a escenificarse en el Parlamento lo que se vivió en el debate presupuestario del Ayuntamiento de Iruñea: un grupo que toma una posición para hacer pagar supuestas afrentas de sus socios.

Se ha presentado esta ley como una norma elaborada por EH Bildu. Nada más lejos de la realidad. Se trata de una iniciativa recogida en el acuerdo programático, que formalmente ha sido iniciativa del Gobierno y que llega a Pleno tras un trámite parlamentario en el que han participado todos los grupos.

Pero lo verdaderamente característico de esta ley es que es fruto de un proceso participativo que se ha desarrollado durante más de dos años y medio y en el que han participado más de 500 personas vinculadas a las entidades locales. Es este un elemento que destaca el presidente de la Federación Navarra de Municipios y Concejos (FNMC) y alcalde de Lodosa, Pablo Azcona, en declaraciones a GARA. «Llevamos casi toda la legislatura trabajando con esto. Hemos desarrollado un proceso participativo importante en el seno de las entidades locales. Estamos hablando de una cuestión muy compleja», explica.

En el marco de este debate, se recogieron aportaciones y se trabajaron ejes que se consideraba necesario mejorar. «Ha sido un proceso interesante y un debate importante tras el que hemos conseguido unos consensos mínimos. Tengo que reconocer que hemos logrado unos acuerdos básicos y que hemos tenido nuestros tira y afloja con el Departamento de Administración Local del Gobierno navarro», señala Azcona.

En este proceso, por ejemplo, se definieron las comarcas, se propuso la figura de la subcomarca para aliviar tensiones territoriales y se establecieron las funciones de estos órganos.

El proceso participativo desde la base es también un elemento que subrayan una cincuentena de alcaldes, concejales y electos de mancomunidades de Geroa Bai, EH Bildu, Podemos-Ahal Dugu, I-E independientes, que lo definen como «sin precedentes en el mundo local».

De hecho, los electos locales realizaron decenas de reuniones de carácter comarcal en las que se expusieron las características de la nueva norma y pudieron realizar su aportaciones.

«Frente a quienes en etapas anteriores han pretendido reordenar nuestros entes locales con tiralíneas y desde el solipsismo, en esta ocasión los representantes de los entes locales hemos participado y debatido, no sin controversias, hasta llegar a este texto que parte, por tanto, desde abajo», señala el manifiesto de los electos.

Los electos no lo citan pero el último intento de aprobar una reforma del mapa local se registró en la pasada legislatura, en la que Yolanda Barcina era la presidenta. Fueron dos tentativas. La primera, a cargo del entonces líder del PSN, Roberto Jiménez. La segunda, cuando el actual líder de UPN, Javier Esparza, tomó las riendas del Departamento de Administración Local tras la defenestración de los consejeros del PSN por parte de Barcina.

Entonces, el papel de la FNMC se limitó a reunir a su ejecutiva y dar el visto bueno al documento remitido por el Gobierno. Nada que ver con el proceso participativo que se ha seguido ahora.

Oportunidad histórica

La reforma de la legislación sobre la Administración Local está considerada como una necesidad histórica. La actual norma está a punto de cumplir 30 años y existe un consenso político sobre que es necesaria una renovación para adecuarla. Prácticamente, en todas las legislaturas ha habido intentos para reformar esta norma.

Todos ellos han sido infructuosos. Se repetía el mismo guión, casi como el mito de Sísifo. Al comienzo de la legislatura se consideraba esencial y se comenzaba el procedimiento. Pasaban cuatro años y no se había sido capaz de culminar el proceso de elaboración de la ley.

En esta ocasión, parecía que se podía salir de este círculo vicioso. La norma estaba elaborada, tenía el respaldo de las entidades locales que habían participado en su desarrollo y se contaba con la mayoría parlamentaria suficiente para aprobar la ley. Pero llegó la crisis de Podemos-Ahal Dugu y la mayoría quedó en el aire, a expensas de qué hace finalmente Orain Bai, que ha optado por no confirmar su rechazo «hasta el último minuto».

Azcona destaca que se ha realizado un buen trabajo en la elaboración de la ley y considera que no se puede desaprovechar aunque mañana el Parlamento la eche atrás. «No me resigno a pensar que todo este trabajo no sirva para nada. Tiene que servir, independientemente de si se aprueba en el Parlamento o no. Lo ideal sería que la Cámara lo aprobase, pero en caso contrario desde el minuto uno de la próxima legislatura habría que retomar el tema de nuevo. Y existe un trabajo importante que ya está hecho», subraya.

«Tras 30 años de inacción en los que la obsolescencia de la estructuración de la realidad local de Navarra lejos de subsanarse se ha visto agravada, tenemos la oportunidad histórica de dar un paso adelante al que deberán seguir otros, no menos importantes, la legislatura que viene. Debemos ser conscientes de que no podemos defraudar a los cientos de personas representantes de miles de ciudadanos y ciudadanas que hemos participado en este proceso y desaprovechar la oportunidad histórica de abrir un nuevo tiempo para los entes locales», destaca el manifiesto de los electos.

El presidente de la FNMC y alcalde de Lodosa es consciente de que esta ley no supone la panacea para solucionar todos los males que aquejan a los entes locales navarros, pero destaca que es un primer paso importante en la buena dirección. Existe todavía la laguna de garantizar una financiación adecuada, pero la aprobación de la norma permitiría sentar unas bases sólidas para poder seguir avanzando en próximas legislaturas.

Algo similar apuntó el portavoz de EH Bildu en el Parlamento, Adolfo Araiz, el lunes, al manifestar que «ya sabemos que el proyecto no recoge todo, pero marca una buena dirección».

Comarcalización

Nafarroa cuenta actualmente con 272 ayuntamientos y 348 concejos. Muchos de los consistorios cuentan con pocos habitantes y tienen problemas para garantizar una calidad adecuada en los servicios que ofrecen a los vecinos. Hasta el momento, la figura que se empleaba para intentar superar esta atomización era la mancomunidad, en la que se agrupan los municipios. Las hay grandes e integrales, como la de Iruñerria. Pero las hay también más pequeñas y sectoriales, en la que unos pocos municipios se agrupan para ofrecer mancomunadamente servicios de euskara, deporte o servicios sociales de base.

Actualmente, en Nafarroa hay unas setenta mancomunidades de este tipo, mientras que el proyecto de ley que se votará mañana prevé la creación de once entidades comarcales para garantizar estos servicios. Se busca avanzar en la racionalización, superando casos que existen actualmente como el de los municipios que pertenecen a cuatro o cinco mancomunidades con socios diferentes en cada una de ellas.

Las comarcas están organizadas con una base territorial y se ha permitido a los municipios decidir en cuál de ellas se integraban si estaban situadas en medio de dos. Es el caso de Artaxoa, donde se realizó una consulta popular sobre si permanecían en Ilzarbeibar o se integraban en Zona Media.

Acuerdo programático

Uno de los aspectos en los que más malestar ha provocado la postura de Orain Bai es que esta cuestión aparece recogida en el acuerdo programático.

Han pasado ya casi cuatro años, pero convendría recordar que quien suscribió este documento en nombre de Podemos-Ahal Dugu fue Laura Pérez, ahora referente de Orain Bai. Junto a ella, firmaron Uxue Barkos (Geroa Bai), Adolfo Araiz (EH Bildu) y José Miguel Nuin (I-E). La Administración Local es uno de los ocho bloques que conforman el acuerdo programático, concretamente el quinto.

El manifiesto de los electos recuerda que el proyecto de ley que se votará mañana «da cumplimiento a un compromiso adquirido por las fuerzas políticas que constituyen la actual mayoría parlamentaria de 25 parlamentarios y parlamentarias dentro del acuerdo programático» y que con esta norma se busca «por fin, sentar las bases de la estructura de la Administración Local del futuro en Navarra tras un diagnóstico ampliamente participado sobre la situación del mundo local».

«Se da así cumplimiento al proyecto de legislatura en materia de Administración Local», concluyen los electos, que reclaman «responsabilidad y altura de miras a quienes van a votar en el Parlamento este proyecto, especialmente a quienes firmaron el acuerdo programático; pedimos actuar con valentía y convicción en el papel fundamental que en la profundización democrática y la calidad social han de jugar nuestros entes locales».