Cientos de personas se han dado cita hoy en la Plaza Nueva de Gasteiz para denunciar la prohibición de un acto en recuerdo de Oier Gómez, expreso fallecido la semana pasada en Baiona tras cinco años de lucha contra una grave enfermedad.
«Queríamos despedirle como se merece, después de haberlo dado todo por este pueblo. Lamentablemente, no nos lo han permitido hacerlo», han señalado sus allegados, que han recordado que «Oier fue durante toda su vida un militante que luchó por una Euskal Herria libre y eso debería poder estar presente en su despedida». «¡No es delito recordar la vida de Oier y menos despedirle como se merece!», han añadido.
Tal como han recordado, en 2013, estando encarcelado, le diagnosticaron una enfermedad que fue capaz de superar, «pese a las dificultades que supone sanar una enfermedad tan grave estando preso». Y en enero de 2017 fue ingresado de urgencia en el hospital de Meaux, donde le fue diagnosticado un sarcoma de Ewing, un cáncer muy grave.
«Como consecuencia de la política de venganza llevada a cabo por los estados español y francés contra los presos políticos vascos Oier no fue puesto en libertad. En abril de 2017 le fue suspendida la condena y le obligaron a vivir en Baiona, lejos de su casa y de su gente. ¡No fue puesto en libertad hasta que la situación fue irreversible y eso es inaceptable!», han manifestado.
«La cárcel es un salvaje sistema de represión que enferma y mata! En los últimos 40 años, 30 han sido los compañeros y compañeras que han perdido la vida como consecuencia directa de su estancia en prisión. Por desgracia, Oier, suma un compañero más en esa larga lista».