ATHLETIC 1

EIBAR 0

Muchos aficionados no habían accedido todavía a su localidad cuando se produjo la acción que terminó decidiendo el derbi de ayer en San Mamés. El único gol que se pudo ver. Y es que este encuentro, entre dos equipos cuyo fuerte está en la seguridad atrás, comenzó de forma desconcertante. Cuatro toques del Athletic nada más sacar del centro del campo terminaron en una asistencia de Yuri a Raúl García quien, absolutamente libre de marca al borde del área pequeña, batió a Riesgo sin remisión. Los jugadores del Eibar no habían terminado de fijar sus marcas y Mendilibar se subía por las paredes.

Ni el Eibar sale nunca tan dormido al campo, ni el Athletic lo hace tan despierto. De hecho no habían pasado más que 40 segundos desde que pitó el árbitro y, por tanto, se trató del gol más tempranero que se marca en el nuevo San Mamés.

Ahí empezó y prácticamente terminó un derbi que parecía escrito para un empate, pero que concluyó con victoria local por lo que el Athletic, que ya supera al Eibar, sigue subiendo peldaños en la clasificación en lo que parece su adiós definitivo a la zona de peligro. Por su parte, el equipo guipuzcoano se debe lamer las heridas causadas por un descuido al que no está acostumbrado.

En cuanto al duelo propiamente dicho, y trastocados los planes de todos con el inesperado gol, quedaba la duda de comprobar cómo iba a influir este aldabonazo en el devenir del encuentro. Lo cierto es que ni Garitano ni el de Zaldibar variaron su libro de ruta y comenzó un partido de ida y vuelta pero, claro, con el marcador con 1-0.

En cuanto al juego, los centrocampistas se quedaban a verlas venir entre medio de las rápidas transiciones de las defensas a los ataques. Aunque esto tampoco convirtió el partido en un espectáculo apasionante, porque los de arriba tampoco estuvieron especialmente finos.

En toda la primera parte, el Athletic tuvo la ocasión del gol y otra de Beñat, en el minuto 16, que mandó al larguero tras un elegante chut con el exterior del pie. Por su parte, el Eibar merodeó por el área grande rojiblanca, pero solo hizo desentumecerse a Herrerín pasada ya la media hora con un disparo lejano de Kike García.

No hubo nada más que contar en toda la primera parte. Fueron 45 minutos en el que los medios tuvieron más peso destructivo que constructivo y, entre ellos, fue quizás Beñat quien aportó un poco más de lucidez.

El tostón prosigue después

Con la llegada del segundo tiempo también llegó la habitual caraja del Athletic cuando lleva un rato con el marcador de cara. Era incapaz de cerrar el partido, mientras que el Eibar apretaba un poco más pensando ya en que el reloj corría en su contra, aunque lo hacía sin mucha convicción, más por costumbre que por ambición.

La dimisión del centro de campo rojiblanco llevó al equipo armero a ocupar esa desierta parcela del campo y con ello llegaron los primeros sustos para Herrerín. Los dos mayores los protagonizó Cucurella con un disparo desde fuera del área y un cabezazo desde dentro.

Se encendieron las alarmas en el Athletic y Garitano optó por quitar a Beñat, lastrado con una tarjeta amarilla, y meter más músculo y frescura con San José. No sabemos si es por este cambio o porque al Eibar le empezaba a fallar la gasolina, el caso es que se equilibró la balanza.

Entró poco después Kenan Kodro por el fundido Raúl García y llegaron dos ocasiones consecutivas para los rojiblancos por mediación de Iñigo Martínez al saque de un córner y de De Marcos en un jugada entre líneas. Le tomaba la medida el Athletic.

Reacciónó Mendilibar con toda su artillería metiendo primero a Enrich y después a Pedro León, pero su línea de creación no estaba nada fina y, además, la defensa vizcaína lleva un par de meses que cede pocas ocasiones a sus rivales. Es más, la última gran oportunidad fue también para los locales en el minuto 86 por mediación de Williams a cuya galopada respondió Riesgo con un paradón.