El portero Kepa Arrizabalaga ha sido sancionado con una semana sin sueldo por el incidente en la final de la Carabao Cup cuando se negó a ser sustituido. Aunque después del partido, el entrenador Mauricio Sarri y el propio Kepa aseguraban que todo ha sido un mal entendido, el conjunto londinense ha impuesto una multa al portero que ronda los 225.000 euros.

Según medios ingleses, el dinero será destinado a la fundación del Chelsea.

El incidente que ha acaparado numerosas crónicas y comentarios en la prensa deportiva se produjo poco antes de finalizar la prórroga de la final de la Copa de la Liga ante el City.

Cuando Kepa se quejó de problemas musculares –era la segunda vez que lo hacía– de los que tuvo que ser atendido, Sarri decidió pedir el cambio y que entrara Caballero.

Entonces, Kepa se percató de la jugada y, mirando a Sarri, empezó a gritar que estaba bien y que la sustitución no era necesaria. El técnico italiano, que no debía de verlo claro, insistió al vizcaino que saliera. Y Kepa, que no y que no. A Sarri le llevaban los demonios y a punto estuvo de marcharse del campo entre aspavientos. Caballero, entre tanto, no sabía dónde meterse. Mientras, Kepa contaba su versión al árbitro y a sus compañeros.

Al final, Sarri, cuyo peso específico en el club es cada vez menor, terminó cediendo. El meta vasco paró un penalti, pero no fue suficiente. En cualquier caso, el mal ya estaba hecho. Abramovich debió leerles la cartilla y los dos respondieron al unísono que se trató de un mal entendido.