El presidente del Gobierno bolivariano de Venezuela, Nicolás Maduro, ha ordenado el traslado de la oficina de la petrolera estatal Pdvsa de Lisboa a Moscú para garantizar la seguridad de los activos del país, según ha anunciado la vicepresidenta de Venezuela, Delcy Rodríguez.

«Europa no da garantías de respeto a nuestros activos», ha dicho Rodríguez durante una rueda de prensa conjunta con su homólogo ruso, Serguei Lavrov, en Moscú.

Ha asegurado que los países capitalistas están violando sus propias leyes al congelar los bienes de Venezuela en bancos occidentales y ha tachado de un «robo a mano armada» lo que se está haciendo en la actualidad con los recursos financieros de Venezuela.

EEUU ha aplicado sanciones económicas a altos cargos del Gobierno de Nicolás Maduro y la estatal Pdvsa, principal fuente de ingresos por exportaciones del país. Las últimas, hoy mismo a seis funcionarios de seguridad por impedir la entrada de ayuda. Además, Washington ha amenazado con represalias a países que hagan negocios relacionados con el oro o el petróleo venezolanos.

Apoyo de Rusia

Por su parte, Rusia, que rechaza categóricamente la presión mediante sanciones contra el Gobierno de Caracas y aboga por el diálogo como la única vía para solucionar la crisis en el país caribeño, ha garantizado su apoyo y solidaridad a Maduro ante «un asalto frontal y una injerencia sin vergüenza».

Moscú ha prometido, asimismo, continuar con su ayuda humanitaria «legítima», en particular medicamentos y trigo, a Venezuela.

«Rusia continuará ayudando a las autoridades de Venezuela a resolver las dificultades económicas y sociales, incluso mediante la concesión de ayuda humanitaria legítima», ha asegurado Lavrov en su comparecencia conjunta con Rodríguez.

Lavrov ha considerado «inadmisible la politización» de la asistencia y ha reiterado que esta cuestión debía solucionarse «a través de las prácticas internacionales».