Idoia ERASO
URRUÑA

La movilización social obliga a crear un nuevo proyecto para el tren de Larhun

Partiendo de la renovación necesaria para la seguridad del tren de Larhun, el Consejo General concibió un macroproyecto en 2017, que se topó con rechazo social. Casi dos años después, se ha presentado un comité de pilotaje para crear un diseño concertado.

Ayer se reunieron en la sede de la Mancomunidad Vasca en Urruña los representantes de las instituciones que forman el comité de pilotaje creado para definir el proyecto de la zona que rodea el trayecto y las estaciones del tren de Larhun, y con ello dieron comienzo a la segunda fase de estudio. El Consejo General de los Pirineos Atlánticos, como propietario de la infraestructura, ha incluido en el comité a la Mancomunidad Vasca, a la región Nueva Aquitania, al Estado francés, al Gobierno de Nafarroa y a los ayuntamientos de los municipios que forman parte del monte, es decir Azkaine, Sara, Urruña y Bera.

Durante los próximos tres meses se realizarán talleres públicos para buscar un consenso que facilite las herramientas necesarias para poder definir el esquema de ordenación de la zona. Tratándose tan solo de la fase de estudio, no se puede establecer todavía ni el calendario, ni el presupuesto, por lo que el Consejo General proyectará paralelamente las obras necesarias de renovación.

La recién finalizada primera fase que se presentó ayer públicamente se basa en el estudio de medio ambiente y paisajismo que está realizando la agencia Andueza-Agor, y que amplía la zona del proyecto a todo el macizo de Larhun. Durante 2018 se llevaron a cabo varios comités de pilotaje para trabajar sobre las diferentes orientaciones propuestas por la agencia, que a su vez se ha reunido con la mayor parte de los actores asociativos y socioeconómicos relacionados con el proyecto.

El objetivo de esta nueva dinámica es enmarcarse dentro del turismo sostenible, así como intentar lograr un consenso. Ayer incluso se planteó que podría convertirse en un lugar «piloto» válido para otros casos, ya que se trata de una zona frágil a nivel medioambiental.

Entre los temas acordados cabe destacar la proyección diferenciada de los tres espacios: el paso de San Ignacio, en donde se encuentra la primera estación; la vía; y la cumbre, donde está la segunda parada. Cada uno de ellos será estudiado de manera independiente, y se han establecido características y necesidades separadas para cada uno de ellos. Gracias al trabajo realizado el pasado año, todos ellos se han resumido en 14 puntos. En la cumbre, principalmente se trata de lograr la síntesis de un lugar natural visitado por los turistas. En el recorrido, el principio es garantizar los usos múltiples. Y en el paso, redefinir la armonía entre el lugar y sus diferentes usos.

Por otra parte se han definido cinco retos: garantizar el desarrollo equilibrado y sostenible de uso múltiple, mantener la calidad medioambiental y paisajística, valorizar la dimensión patrimonial, integrar el carácter transfronterizo y perennizar el equipamiento del tren y la vía.

La rueda de prensa fue precedida de una reunión para cruzar ideas abierta al público, entre los miembros del comité y los representantes de las asociaciones y colectivos que se han mostrado en contra del proyecto anterior. Cabe recordar que proponía construir una pasarela alrededor de la cumbre y un gran aparcamiento en la zona de la estación que se encuentra en el paso de San Ignacio. Ambos proyectos se han rechazado, y ahora lo único seguro es que se va a renovar la vía del tren sin cambiar su aspecto y sin aumentar el número de pasajeros.

El tren fue creado en 1924 y hoy en día transporta a más de 350.000 pasajeros al año, lo que lo convierte en el lugar más turístico de Ipar Euskal Herria.