Jon ORMAZABAL

La última muesca de Altuna

El campeón Manomanista está a un escalón de alcanzar la final del Parejas, la única que le falta.

Aunque lo tiene todo para brillar también por parejas, Jokin Altuna se ha labrado su excepcional palmarés en las luchas individuales, donde ya suma dos txapelas y ha jugado otras dos finales en el acotado. Esa condición de número uno en su empresa con apenas 23 años le han privado de estar arropado por las referencias en la zaga pero, tras un irregular campeonato, el de Amezketa se encuentra ante la oportunidad de cobrarse su última muesca, la primera final del Parejas que le abriría otro reto, el de entrar en el selecto club de la triple corona.

El del domingo será el enésimo partido sin retorno, algo que ha tornado en habitual para la joven pareja, pero el campeón manomanista no esconde que «aun estando acostumbrado, sí que vives diferente el partido previo a una gran final que un partido de liguilla, por mucho que puedas quedarte fuera. Yo no he tenido la posibilidad de jugar una final por parejas, ya sé que soy joven, pero tanto para mí como para Julen creo que es un partido muy especial, tiene 21 años, está ante una gran oportunidad de entrar en la final y siempre tienes ese nerviosismo dentro», explicó.

Aguantar el nivel

Pero incluso el umbral de semifinales del Parejas es el que más se le ha resistido al amezketarra. «Ha tocado así, es un campeonato en el que me ha tocado vivir de todo. El año pasado con Julen –Martija– pasé a semifinales por primera vez, he vivido momentos buenos y malos también. Con Abel –Barriola– me dio muchísima pena no entrar en semifinales, con David Merino tampoco pude entrar, pero así es esto», apuntó.

A su amigo Oinatz Bengoetxea le pasó algo similar y fue la del Parejas la txapela que más se le atragantó. «Es un campeonato muy largo, muy difícil. Igual al Manomanista y al Cuatro y Medio se les da más valor, pero la verdad es que en los campeonatos individuales, si te coge en buen punto, al final es un mes y es más fácil aguantar el nivel. En este campeonato se ha visto en todas las parejas que hay altibajos, es muy difícil mantener durante todo el campeonato el mismo nivel y la verdad es que me haría mucha ilusión llegar a la final».

En este sentido, al menos moralmente, llegan en su mejor momento ante una pareja que da la impresión de que ha vivido momentos mejores. «Más que bajar el nivel, al final, cuando pierdes algunos partidos, a nosotros nos pasó en la primera vuelta, aunque te encuentres bien físicamente o de juego, la verdad es que cuando no llegas a 22, por mucho que hagas buenos partidos, eso siempre te genera dudas y al contrario, aun jugando un poquito mal, si llegas a 22, vives la semana de otra manera con mucha más moral», explicó.

«Han perdido unos partidos y ahora se dice que se les puede meter mano, pero cuando ganaban también sabíamos que se les podía meter mano. Ahora pueden parecer más débiles pero no es así, van a regalar muy poco, juegan muchísimo y va a ser muy difícil», agregó el delantero de Amezketa.

 

La regularidad de Beñat Rezusta

En una entrevista que NAIZ publicará mañana, Jon Apezetxea destaca que puede que Beñat Rezusta no esté brillando lo mismo que en otros años pero, «por contra, está fallando menos que nunca, se está convirtiendo en un veterano». Y es que, si Jokin Altuna y Martija están a un paso de su primera final del Parejas, el zaguero de Bergara podría alcanzar su cuarta, además de forma consecutiva.

«Sin duda que hace ilusión, no le doy muchas vueltas a eso, pero no hay duda que sería grande. Es una oportunidad bonita, debemos intentar hacer un buen partido, a ver si podemos ganar. Llegamos bien, no tenemos ninguna molestia física, es importante no tener dudas de ese tipo en partidos así y luego a ver cómo son las sensaciones ese día, pero estamos entrenando bien y llegamos bien».

Sin quejas con el material, el de Bergara dijo que no deben obsesionarse con evitar a Altuna todo el partido, ya que solo pegando no se gana a nadie. J.O.