Korrika ha entrado a Aiaraldea por el puerto de Barrerilla cuando aún no había amanecido, dejando atrás Gorbeialdea, pero con muchas personas dispuestas a correr entre constantes consignas de «klika, klika, klika, hemen dator Korrika» y ayudados por la cuesta abajo. Así, la entrada en el caso urbano de la única ciudad de Bizkaia, Urduña, ha sido espectacular.
Como lo ha sido al circular por Amurrio, Aiara y qué decir al alcanzar Laudio, donde la localidad se ha volcado con cientos de korrikalaris, con intensos metros cuando los familiares de la presa Araitz Aramendi han portado el testigo o cuando han hecho lo propio los representantes municipales o de la ikastola con un alumno ciego acompañado de tres compañeras. «Haliffak ere euskararen alde», han coreado para insuflarle ánimos. Momentos irrepetibles como Korrika.
Después, en Areta, integrantes de la comisión de fiestas han mostrado orgullosos la enseña de su localidad. Arrankudiaga-Zollo, Ugao y Arrigorriaga han ido impulsando la carrera, convirtiéndose en esta última localidad en una gran marea por el euskara. Nervios, muchos nervios en los arcenes, que han sido mitigados con el ya conocido «bat, bi eta hiru salto».
Cientos de chavales
Kilómetro a kilómetro Korrika ha ido rejuveneciendo a cada paso que daba por el asfalto aún frío, como si el recorrido a la par del Nerbioi le ayudase. Cientos de chavales han sido los protagonistas de la mañana, que eran ya multitud en Arrigorriaga y San Miguel, donde han cogido el testigo representantes de Zaratamo como dos pelotaris de su escuela, Martin y Aimar, a quienes desde la furgoneta se les ha animado a seguir hasta que sus nombres se plasmen en las paredes del frontón local.
Ya en San Miguel nuevas unidades se han sumado a la marcha, aperitivo del recibimiento en Basauri y antesala de lo que se prevé en Etxebarri, Galdakao y Usansolo, antes de adentrarse en Txorierri por Larrabetzu.
En San Miguel ha sido otro momento muy especial al coger el testigo Gorabide, que lo ha pasado a los trabajadores de Mercabilbao, como lo vienen haciendo otros a lo largo del recorrido entre consignas de «lan eta bizi euskaraz». La lluvia tampoco se ha querido perder el acceso de Korrika a Basauri, entre gritos de «euria ere euskararen alde», aunque luego el sol se ha impuesto. Nuevos gritos de «klika, klika, klika, hemen dator Korrika», para advertir que no quedaba nada para formar parte de la comitiva euskaltzale.
Varios txokos basauritarras han tomado el relevo en los previos al acceso al centro urbano, como también comerciantes y más y más estudiantes, los más txikis con petos elaborados por ellos en clase. El rico movimiento social de Basauri ha sido protagonista, pasando mano a manos el testigo entre jubilados, estudiantes, feministas, ediles, familiares de represaliados o deportistas cuesta arriba y cuesta abajo.
La marcha se ha frenado cuando desde el colectivo Irrintzi, con dos de sus miembros, Juantxi y Mari Jose, en sillas de ruedas, eso sí con motor, han encabezado la marcha euskaltzale animados entre consignas de «Basaurin ere euskararen alde», «gora bihotza euskaraz» y «tipi tapa Korrika». Ariz Ikastola, que cumple medio siglo, ha encabezado luego la marcha cuando la pancarta trataba de contener a los cientos de korrikalaris. «Zorionak», les han deseado desde la furgoneta, al igual que a algún korrikolari en su día sonando en la megafonía la mítica canción de Kaxiano.