Clemente Bernad se ha reconocido decepcionado por la sentencia. Sigue defendiendo que el derecho a la información debe primar sobre el supuesto derecho a la intimidad de la Hermandad de Voluntarios de la Cruz, la entidad que le denunció por colocar una cámara y una grabadora en una rendija de ventilación por la que se veía el interior de la cripta en la que se celebran misas de exaltación fascista.

Sin embargo, ha decidido no recurrir la sentencia porque «no quiere entrar en su juego, en el que están las cartas marcadas. Un juez no debe opinar sobre cuál debe ser el objeto de nuestro trabajo como documentalistas». En este sentido, ha señalado que las misas de la Hermandad de Voluntarios de la Cruz están en el debate político pero nadie sabe exactamente cómo son. Por eso, ha reivindicado el uso de la cámara oculta para poder documentar un hecho de interés público sin generar una intervención en el hecho. Únicamente GARA ha elaborado un reportaje sobre estas misas de exaltación fascista que periódicamente se celebran en Iruñea.

Junto a ello, ha recordado que su ingreso en prisión para cumplir el año de condena impuesto está condicionado a cumplir el resto de la sentencia, como la reparación del daño moral a un miembro de la Hermandad de Voluntarios de la Cruz. Por ello, Bernad considera que se ha limitado su libertad de expresión con la amenaza de ingresar en la cárcel. «Por eso callo», ha subrayado.

En cualquier caso, sí que ha señalado que el juicio en el que fue condenado –su compañera, Carolina Martínez, fue absuelta– estuvo plagado de irregularidades. Ha recordado que la instrucción la llevó a cabo el entonces jefe de la Policía española, Daniel Rodríguez, quien tuvo que dimitir por unos tweets insultates y de exaltación fascista. Asimismo, ha señalado que varios testigos mintieron en el juicio.

«En este juego están todas las cartas marcadas», ha insistido.

Bernad ha señalado que las instituciones, especialmente el Arzopisbado de Iruñea-Tutera y el Ayuntamiento de Iruñea, puedan hacer mucho más para acabar con las misas de exaltación fascista en Los Caídos.

En la misma línea, Fernando Mikelarena, del colectivo ZER, se ha quejado de «la desidia» con la que actúan las instituciones públicas en este caso y ha criticado el concurso de ideas impulsado por el Ayuntamiento porque «no ahonda en el tema de la memoria histórica».