«Máteme, pero no me mienta», soltó en cierta ocasión un castizo Luis Aragonés para asumir, como sostenía el periodista Alejandro Requeijo, que a «una relación intensa muchas veces le espera un final traumático, porque cuando el amor es tan incondicional, tan irracional, generalmente uno es el último en darse cuenta de que sobraba». En el caso del ‘Sabio de Hortaleza’, lo que venía decir es que admitía cualquier maniobra hacia él pero no las falacias ni la falta de sinceridad. Máteme, pero no me mienta. Y seguro que algo de eso es lo que ha venido demandando Markel Susaeta durante estos últimos tiempos, hasta decir que no sigue. Razones, las suyas, que explicará en una próxima comparecencia. Dice adiós nuestro One Club Man.
Markel Susaeta «ha decidido poner fin a su etapa» en el Athletic como jugador y no renovará el contrato que expira el 30 de junio. Así lo comunicó ayer la entidad rojiblanca a primera hora de la noche y eso que, reveló en su nota, «comunicó la pasada semana al Athletic que desestimaba estudiar la propuesta que la entidad rojiblanca le ponía sobre la mesa para continuar la próxima temporada».
Mucho se estaba hablando sobre el futuro inmediato del capitán rojiblanco, incluso sus compañeros salían en su defensa reclamando respeto hacia toda una entidad en el club y reconociendo que lo estaba pasando mal. La propia Junta Directiva y la dirección deportiva han venido siendo objeto de no pocas críticas por la situación inverosimil en la que se había colocado al de Eibar. Más allá de las razones deportivas para su continuidad o no, estaban las formas, el ‘gure estiloa’. Y esas necesitarán de explicaciones durante estos días. Rafa Alkorta dijo el pasado jueves que el jugador «quiere volver a sentirse importante y nosotros vamos a intentar que así sea». Eso sí, añadía que el jugador del filial Gaizka Larrazabal, que juega como extremo diestro, es un futbolista que puede aportar cosas que el primer equipo no tiene. Si le sumamos que por delante de Susaeta, ahora mismo con Gaizka Garitano están Ibai Gómez, De Marcos o hasta Williams, parece clara la decisión del capitán de no continuar visto el protagonismo perdido. A sus años, 31, tiene aún fútbol en sus botas.
El capitán, quinto león en partidos jugados (506) en doce temporadas y que ingresó en Lezama en edad alevín en la 1997-98, pone fin a una trayectoria inmaculada y rojiblanca. El club ha querido «agradecer su profesionalidad y compromiso durante dos décadas, adornando su palmarés con el título de la Supercopa en la temporada 2015-16 o aquel subcampeonato de Europa League.
Eibartarra de nacimiento (14 de diciembre de 1987), rojiblanco de adopción como su paisanos Agustín Gisasola. Compromiso personificado con un club al que llegó con apenas nueve años. «Soy del Athletic, vivo en casa y estoy feliz», palabras que en su día reflejaron el compromiso del hoy todavía capitán con el club de su corazón. Un auténtico One Man Club.
Susaeta es un producto típico de la cantera de Lezama, en la que entró en 1997 para jugar en el equipo alevín del Athletic. De hecho, la única camiseta que ha vestido en su carrera aparte de la rojiblanca es la del Basconia, en el que permaneció durante la temporada 2005-06. El 2 de septiembre de 2007, con 19 años, Markel fue alineado por Joaquín Caparrós para un partido de Liga que el Athletic debía disputar ante el Barcelona en el Camp Nou; el equipo azulgrana venció 3-1, pero Susaeta fue uno de los más destacados y, de hecho, consiguió el gol de los nuestros.
Enseguida se hizo con un hueco en el primer equipo, con claros y oscuros, alternando la titularidad hasta la llegada a Bilbo de Marcelo Bielsa, en julio de 2011, clave para el despegue de la carrera de Markel Vivió entonces sus mejores tiempos. Hace tres meses, el Athletic le rendía un clauoroso homenaje en su partido 500 como león. Hoy, había perdido mucho protagonismo en el campo.
Se va todo un referente. Todo un icono, infravalorado muchas veces como tantos que son ‘de la casa’, pero siempre querido en cualquier caso. Un león que se corta la melena. Para siempre, uno de los nuestros. Ahora, toca dar explicaciones.