Después de intentar nadar y guardar la ropa en medio del ultimátum iraní, los Veintisiete resumieron el debate de su agenda estratégica» tras el Brexit haciendo público un modesto decálogo de intenciones que reivindica la unión, «de sur a norte y de este a oeste» y «ante todo y contra todo».

El decálogo se completa con toda una serie de lugares comunes y referencias a los derechos humanos, la juventud, la seguridad y la cooperación internacional frente a desafíos como el cambio climático.

Un alto responsable europeo justificó el escaso alcance de lo acordado al señalar que se trató de un debate «preliminar para preparar la nueva agenda estratégica de la UE hasta 2024», y que se cerrará en las próximas semanas. Reconoció que «es difícil discutir sobre esto «antes de que se cierre la cuestión de la renovación de los principales dirigentes comunitarios».

La cumbre informal, convocada en el aniversario de la declaración de Schuman el 9 de mayo de 1950 y en la que propuso la creación de la Comunidad Europea del Carbón y del Acero (CECA), germen de la actual UE, tiene lugar a prácticamente dos semanas de las elecciones europeas (23 a 26 de mayo).

Sirvió, en este sentido, para proseguir con los debates sobre el relevo en las presidencias de las distintas instituciones.

Cumbre dos días después

El presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, se limitó a anunciar una cumbre extraordinaria el 28 de mayo para analizar los resultados electorales y tratar sobre la renovación de los cargos comunitarios.

Las miradas están centradas sobre todo en la sucesión del presidente de la Comisión, Jean-Claude Juncker, sin olvidar los cargos de presidente del Consejo, del Banco Central y del alto representante de Exteriores.

Juncker fue elegido por el Parlamento como el spitzenkandidat del PPE, la formación más votada en 2014. Pero la última palabra la tiene el Consejo Europeo que reúne a los líderes de los estados miembros y entre estos hay voces que rechazan ese automatismo.