Agustín GOIKOETXEA

Un documental recuerda la lucha incansable de Periko Solabarria

Periko Solabarria dejó una gran huella en todos aquellos que le conocieron pero también se ha convertido en referente de muchos jóvenes. Uno de ellos, Ander López Larena, ultima un documental sobre su figura para reivindicar una lucha militante incansable.

Aeste vecino de Cruces, de 23 años, la figura de Periko Solabarria no le es ajena por proximidad. Por ello, así lo confiesa, se decantó porque su trabajo de fin de grado en Comunicación Audiovisual iba a ser un documental sobre la figura del emblemática militante de la izquierda abertzale. «Con mi trabajo quiero transmitir que la lucha incansable de Periko sigue viva, que no todo está perdido», expone, satisfecho por el resultado de horas de dedicación que ha compartido con otros jóvenes de Barakaldo vinculados al mundo audiovisual.

La base del vídeo son las conversaciones que un grupo de jóvenes de Ernai logró mantener en su casa de Lutxana con el veterano activista. Fueron numerosas las ocasiones a lo largo de su dilatada existencia en que a Solabarria le propusieron contar su vida pero él lo rechazó huyendo de personalismos. No quería biografías al uso. Esa barrera infranqueable la sortearon aquellos chavales que le explicaron que sus vivencias podían valer de ejemplo y aprendizaje para las nuevas generaciones, dispuestas a seguir una trayectoria ejemplar.

Una parte de esas grabaciones son, además de la columna vertebral del libro ‘‘Periko Solabarria - Conversaciones con la juventud’’, parte importante del documental, al expresar Solabarria, en primera persona, los ideales que le movieron hasta el mismo día de su muerte, el 24 de junio de 2015. A ese testimonio se suman los de otras personas que tuvieron relación con el cura obrero, como Xabier Amuriza, con el que estuvo preso en la cárcel concordataria de Zamora, donde trató que aprendiese euskara. En una de las ocasiones, en 1968, fue encarcelado tras decidir no pagar tres multas de 36.500 pesetas, cada una impuestas por predicar desde el púlpito de la iglesia de Santa Teresa, en Barakaldo, contra la dictadura franquista.

También cuenta cómo conoció al emblemático guardameta rojiblanco José Ángel Iribar, con el que participó en la primera Mesa Nacional de Herri Batasuna; o otros históricos de la izquierda abertzale como Pako Letamendia e Itziar Aizpurua. También aportan sus vivencias varios vecinos del barrio de Lutxana, integrantes del centro asesor de la mujer Argitan, Arnaldo Otegi o Alfonso García, quien llegó a ser alcalde de Barakaldo por el PSE.

La militancia poliédrica de Solabarria se refleja en esas entrevistas y en otros testimonios que dan cuerpo al documental, que pretende ser algo más que un homenaje a la vida entregada a la lucha sin cuartel por un mundo mejor. Desde niñas y niños que conocieron en los años sesenta a Don Pedro en el Triano de sus amores, en La Arboleda, a los que aprendieron o conspiraron en el sótano húmedo de Villa Paquita, en Barakaldo. No falta el duro paisaje minero, como aquellos que dejaron la vida por un mísero jornal; la calle Santa María de Portugalete, donde nació; sin olvidar el puente de Rontegi, que construyó con otros siendo diputado al Congreso español por HB.

En Triano, como reconoció, fue donde supo cuál iba a ser su objetivo en la vida. «Me pregunté cuál era mi misión como cura. ¿Decir misa? No. ¿Evangelizar? Tampoco. La dignidad de la persona está por encima de todos los evangelios y todas las religiones. Me quité la sotana, como digo yo, y me puse a trabajar. Allí no hacía falta un cura, allí había que dar conciencia de clase, había que trabajar en grupo, para hacer un pueblo mejor, había que luchar contra aquella desigualdad y aquella pobreza», explicaba.

Juventud atraída por su figura

Para sacar adelante ese trabajo, que presentará este mes y defenderá el que viene en la UPV-EHU, López Larena ha contado con la ayuda de Periko Solabarria Elkartea, a cuyos componentes no les deja de sorprender la atracción que causa el histórico militante entre una parte de la juventud vasca. «Muchos no le conocieron en persona como nosotros, pero es increíble cómo su lucha se ha convertido en ejemplo de varias generaciones», comenta Juanjo Zarraga.

Tras la edición en euskara de ‘‘Periko Solabarria - Conversaciones con la juventud’’, la asociación sacó adelante otra en castellano de la que han vendido un millar de ejemplares. «Ha sido una gran sorpresa. Estamos muy contentos», reconoce Zarraga.

«Periko no miraba el carné, estaba por encima de ideologías. La puerta de Periko –destaca el autor del documental, que tendrá una duración de media hora– no estuvo nunca cerrada a nadie». Zarraga añade la anécdota de que Solabarria llegó a ayudar a una persona a que se presentara a unas pruebas de acceso a la Guardia Civil para que pudiese subsistir».

«Vamos tarde –advierte el integrante de Periko Solabarria Elkartea– en la recogida de testimonios de personas que le conocieron y que estuvieron en muchos de los intensos momentos de la historia que le tocó vivir». A pesar de ello, siguen recopilando toda la información disponible. Ahora, por ejemplo, ultiman una exposición sobre fotografías. Una vez Ander López Larena presente su trabajo de fin de grado, preparan varias proyecciones, la primera en el Museo Minero de Gallarta, y luego en Barakaldo. El objetivo es socializar el espíritu combativo que mantuvo durante 85 años Solabarria.