Los estatutos de Aranzadi establecen que la formación era una candidatura para cuatro años de vida. ¿Por qué deciden presentarse?
Aranzadi nace para llenar un hueco que no existía en ese momento; el hueco de las plazas, del 15-M. Es verdad, el objetivo son cuatro años pero cuando llegamos al final de ciclo se plantea llegar a un acuerdo con la red estatal Municipalistas, donde estamos grupos de distintas ciudades del Estado que ponemos en valor dos cosas: código ético y la necesidad de acumular fuerzas, aunar voluntades.

¿Qué relación hay entre el círculo de Podemos y Aranzadi?
Durante estos cuatro años se han mantenido relaciones porque ha habido personas que estaban en los dos sitios. Yo mismo soy votante de Podemos. Es verdad que en estas elecciones no vamos juntas y cada fuerza hace su campaña.

¿Con qué ambición se presenta Aranzadi-Equo a estas elecciones?
Aranzadi se presenta con tres propuestas. La primera, reeditar los números que tuvimos la vez pasada (tres concejales). Por otro lado, poder reeditar un gobierno del cambio. Por último, transformar Iruñea y hacer de ella un referente estatal e internacional como una ciudad habitable y sostenible.

¿Cómo valora la actual legislatura del Ayuntamiento de Iruñea?
La legislatura la valoramos positivamente pero ha sido insuficiente. Denominamos la legislatura anterior como la legislatura del cambio, pero del cambio tranquilo. Creíamos que se podría haber profundizado mucho más. Muchas de las cosas que planteábamos hacerlas en mitad de legislatura se están haciendo ahora. Ha sido un ritmo más lento de lo que hubiéramos deseado.

¿Qué se ha quedado en el tintero?
Una de las medidas estrellas que llevamos: la vivienda. Es importante porque cuando hablamos de que esta ciudad tiene que ser una ciudad referente y habitable no lo puede ser para la gente que estamos más o menos bien, sino hay que pensar en esa franja de personas que lo está pasando francamente mal. Hemos ido demasiado despacio. El Ayuntamiento tenía más de 400 pisos vacíos y hemos arreglado muy pocos. El tema de movilidad también ha ido despacio. En el tema de seguridad, tendríamos que haber pacificado antes las calles, sobre todo en los pasos de peatones.

Por tanto, serán proyectos prioritarios en los próximos cuatro años.
Para pinchar la burbuja inmobiliaria de alquiler planteamos hacer ya el censo de vivienda que se tendría que haber hecho, grabar las viviendas que estén vacías e incluso expropiar a los grandes bancos e inmobiliarias para vivienda social. Además, queremos cerrar los pisos turísticos que sean ilegales. Medio ambiente, movilidad, residuos o la comercialización de energías renovables también son propuestas prioritarias. Planteamos continuar con la comercializadora de energía municipal y dotarla de más posibilidades, que sea la suministradora del Ayuntamiento y de las personas que tienen problemas para llegar a fin de mes. En movilidad, queremos poner carriles bus, prioridades semafóricas y poner canceladoras en todas las puertas de los autobuses para que el tiempo de espera sea menor. Tenemos que hacerlo ya para que la gente deje de usar el vehículo privado.

En las anteriores entrevistas, Gaxan Sad (Podemos) comentó que no aprobar los presupuestos fue un error de bulto y Edurne Egino (I-E) que no habíais estado a la altura. ¿Va a pasar factura en estas elecciones?
No creo que nos pase factura. No se aprobaron porque pusimos condiciones sobre la mesa que no quisieron aprobarse. El alcalde sacó una nota diciendo que de 24 condiciones se aprobaron 23 y era mentira. No se puede ir por la vida mintiendo. Aquellas inversiones que cayeron en los presupuestos se aprobaron posteriormente con los presupuestos al final de año. En cualquier caso, había una vía de comunicación con Podemos y nunca nos dijeron nada.

Pase factura o no, en estos comicios se presentan Arandi-Equo, Podemos e I-E. Alguno se va a quedar sin representación.
Es probable, pero llevamos desde octubre haciendo unas cuantas reuniones. Es verdad que no han sido públicas hasta el final pero Aranzadi ha ido con una propuesta clara: vayamos los tres conjuntamente y conformemos una lista porque tenemos que disputarle la alcaldía al señor Asiron, no porque nos caiga mal,  sino porque creemos que lo social tiene que estar por delante de lo identitario.

¿Y entonces qué falló?
No lo sabemos. Llevamos una propuesta que fue primarias conjuntas y código ético. Quedó muy claro que no teníamos líneas rojas. Ni los partidos que conforman I-E ni Podemos plantearon seguir avanzando. Tendríamos que haber hecho una candidatura conjunta, otra cosa sería quién lo tenía que encabezar. Incluso había una persona que podría ser aceptada por las tres formaciones.

¿Quién?
Eso no te lo puedo decir. Pero no era yo (ríe).