Iker BIZKARGUENAGA
BILBO
Interview
BEA ILARDIA
CANDIDATA DE EH BILDU A DIPUTADA GENERAL DE BIZKAIA

«Llegar bien a fin de mes debería ser algo normal, pero ahora es extraordinario»

Después de bregarse en el Ayuntamiento de Galdakao, Bea Ilardia lidera la lista de EH Bildu en Bizkaia con el objetivo declarado de mejorar la calidad de vida de sus habitantes. Garantizar un empleo digno figura entre los retos que tiene marcados en rojo.

Hace casi un año que presentó su candidatura, refrendada por la militancia de EH Bildu, ¿ha tenido tiempo de pulsar en qué estado se encuentra Bizkaia? ¿Qué balance hace?

La verdad es que no he descubierto nada nuevo. Cuando me presenté ya tenía una imagen nítida de cómo es Bizkaia, en parte porque mi profesión me ha permitido tener esa visión amplia del territorio que a veces no aparece. He visto una Bizkaia no cohesionada, ni a nivel económico, ni de movilidad… Y sobre todo, he visto que Bizkaia es un territorio donde se puede vivir muchísimo mejor, y para ello lo fundamental es que la gente pueda acceder a empleos dignos que le permitan mantener una buena calidad de vida. Y eso es algo que no está garantizado, la gente tiene empleo pero no llega a fin de mes. Eso es algo que tiene que cambiar desde ya.

La apelación a la necesidad de un empleo digno es una constante en sus actos de campaña, ¿cree que es cada vez más extraordinario que la gente acceda a empleos de calidad?

No sé si es cada vez más extraordinario, pero sí es extraordinario, y lo que tenemos que conseguir es que eso sea lo ordinario. Lo normal debe ser llegar a fin de mes bien, de manera digna, no debe ser algo extraordinario, algo que a día de hoy sí que es.

Ha citado la falta de cohesión como uno de los problemas de Bizkaia, ¿hay mucha disparidad entre comarcas?

Sí. Por ejemplo, si hablamos de empleo, en el conjunto del herrialde tenemos alrededor de un 10% de desempleo, pero en Ezkerraldea y Meatzaldea esa tasa sube al 13-14%. Aunque tampoco podemos ser autocomplacientes con ese 10% en comparación con lo que hay en el resto del Estado; creo que no podemos seguir siendo los mediocres en una clase de malos estudiantes.

En estos años Bizkaia ha perdido importantes empresas y su tejido industrial se ha visto resentido. La Naval puede ser un ejemplo paradigmático, pero hay otros. ¿Qué se puede hacer para revertir esa pérdida?

Desde EH Bildu planteamos varias medidas, y entre ellas está crear un fondo de cincuenta millones de euros para ayudar a todas aquellas empresas que se hallan en dificultades, fundamentalmente para ámbitos como la tecnología y el I+D+i. También creemos que existen suelos de uso industrial que deberían recuperarse para tal fin, para atraer industria avanzada y limpia. De hecho, proponemos ya tres ubicaciones: en Trapagaran, la antigua Babcock; en Basauri, donde estaba la Baskonia; y en Gernika, en la zona de Labeaga. Nos parece fundamental atraer industria avanzada, porque creemos que tiene que ser la base de nuestra economía.

Ha aludido antes a su profesión. Usted es abogada y ha trabajado muy intensamente en el ámbito de los derechos de la mujer, ¿cómo valora las movilizaciones desarrolladas en los últimos años por el movimiento feminista, que han tenido una enorme incidencia en Bilbo y en Bizkaia?

Me parece algo importante, y creo que ese sí que es un gran evento que hay que poner en valor. Aun así, no es suficiente. Las mujeres como colectivo vamos empoderándonos a pasos agigantados, pero entiendo que las administraciones, que es el ámbito que me va a corresponder ahora, tienen que ponerse las pilas. Cuando las mujeres que han sido víctimas de violencia machista y se atreven a dar ese paso, que es terrible, de entrar a una comisaría, a un juzgado, con una denuncia, con lo que eso supone para ellas y lo que va a suponer en adelante, todos los servicios sociales deberían estar pendientes de cuál es la necesidad de esa mujer en ese momento de vulnerabilidad. De nada me sirve tener un catálogo de servicios cuando estos se pierden después en laberintos burocráticos. Y doy fe de ello, porque he acompañado a más de una mujer. De hecho, a alguna la he acompañado más allá del ámbito jurídico, hemos terminado incluso en el Parlamento. Y voy a recordar las palabras de esa mujer, lo que explicó a los grupos parlamentarios en la comisión de Justicia; acabó diciendo que después de tomar la decisión de denunciar a su marido, su experiencia con todos los servicios había sido tan mala que si lo hubiera sabido antes no hubiera denunciado, porque estaba viviendo un auténtico infierno. No podemos permitirlo.

Otro punto de gran movilización es el de las y los pensionistas. Cada semana se concentran ante el Ayuntamiento de Bilbo en exigencia de pensiones dignas. ¿Qué le responde EH Bildu a esas demandas?

EH Bildu está demostrando que trabaja no por, sino con todas estas personas. Nos parece que la demanda de 1.080 euros es fundamental, creemos que es la pensión mínima que deben tener estas personas, porque es el mínimo que va a garantizarles una vida digna. Son personas que además en muchos casos con sus pensiones están manteniendo a sus hijos e hijas, que tienen un sueldo precario o que no lo tienen. Insisto en que llegar a fin de mes con un sueldo digno es la base de una sociedad igualmente digna.

Bizkaia es también escenario de movilizaciones que atañen exclusivamente a este herrialde, como la que está moviendo a cada vez más gente en torno a Bolintxu. Sin embargo, muchas de esas movilizaciones no tienen eco en la administración. ¿Están las instituciones vizcainas alejadas de la calle?

Sí que lo están, y creo que el gran error que cometen nuestras administraciones es no atender a las necesidades de las personas que aquí vivimos. Trabajan de manera unilateral, en despachos cerrados y atendiendo a otro tipo de intereses.

En anteriores comicios EH Bildu ha tenido buenos resultados en algunas comarcas y municipios de Bizkaia, pero en el área metropolitana de Bilbo su implantación es menor. ¿Qué van hacer para atraer ese voto urbano que parece que se resiste?

Creo que la confianza en EH Bildu y en nuestro proyecto se está expandiendo y se está consolidando, y ha habido feudos donde el PNV era hegemónico que han dejado de serlo. Es verdad que son quizá comarcas y municipios más pequeños, pero nuestro fuerte está en la cercanía; cuando la gente nos conoce, conoce nuestro proyecto y sobre todo nuestra forma de hacer, se queda. Hablo por ejemplo de Arratia, que ha sido un feudo jeltzale durante años y ahora vemos cómo EH Bildu está haciendo un gran trabajo en alcaldías como la de Igorre y Lemoa, que se están consolidando. Siendo ese nuestro fuerte, lo que tenemos que hacer es que la entrada en la metrópoli se haga desde esa misma perspectiva. Es más difícil, porque en las grandes urbes es más complicado que se te conozca, pero ese es el camino. Lo que hacemos lo hacemos desde la participación de la ciudadanía, desde la transparencia, y eso hay que ponerlo en valor. Ahí tenemos municipios como Bermeo, que ha recibido un premio europeo a la buena gobernanta. Hacemos las cosas bien.

¿Y dónde está la diferencia entre su forma de gobernar y, por ejemplo, la del PNV?

En la participación y en la transparencia. Ayer [por el lunes] estuve en Elorrio, y me comentaban que hace cuatro años, cuando entró en la Alcaldía el nuevo equipo, lo primero que hizo fue preguntar a la gente y hacer un listado de ciento y pico medidas en base a lo que personas reunidas en diversas foros propusieron. Y no sólo eso, sino que ese fue el plan de gobierno que ha tenido un calendario de cumplimiento durante estos cuatro años. Creo que sí, que es muy diferente la forma de gobernar de unos y de otros.