El PNV ganó ayer con amplitud las elecciones en Hego Euskal Herria, confirmándose como el voto de refugio de las «gentes de orden» del país, si por tales pueden entenderse los votantes de la derecha conservadora. Euskal Herria Bildu obtiene un gran resultado electoral, rompiendo el techo electoral que marcó en 2011. El PSOE, tanto en la demarcación autonómica de la CAV, con el PSE, como en la foral navarra, con el PSN, se ha visto catapultado por el efecto Sánchez, en algunas zonas de forma exponencial. Entre tanto, la derecha españolista cada vez tiene menos espacio, aunque en Nafarroa haya conseguido maquillar sus resultados uniendo a partidos de distinta condición y pueda llegar a volver a gobernar, habrá que ver qué movimientos hacen el resto de los grupos, y cuál es su grado de generosidad.
Desde un punto de vista municipalista, EH Bildu es la formación con mayor número de concejales en Hego Euskal Herria. Nada menos que 1.237. Y eso supone ser también la que más ediles suma en Nafarroa.
Ello, sin embargo, no va a impedir que EH Bildu asuma como un disgusto lo ocurrido en Iruñea, donde pese a que la ciudadanía ha premiado de forma sobrada la trayectoria de Joseba Asiron en Iruñea, va a ser muy trabajoso que pueda volver a ser alcalde, pese a tener dos concejales más.
La división que se ha producido en determinadas fuerzas que del cuatripartito del cambio obliga a una importante reflexión en ese sector político.
A EH Bildu también le van a pesar los resultados en Gasteiz, donde aspiraba a la alcaldía. El caso es que la candidatura de Miren Larrion ha obtenido los mejores resultados históricos de la izquierda soberanista en la capital alavesa y, pese a ello, sus expectativas no se han cumplido.
De nuevo, las empresas de encuestas deben reconsiderar sus métodos de trabajo, puesto que si no acertaron las que se hicieron hace más de una semana, tampoco lo han hecho, en el caso de Gasteiz, las realizadas durante las últimas horas.
El PNV, una máquina de ganar
El PNV ha vuelto a mostrarse como una máquina de ganar elecciones, capaz de hacerse ver como el cauce central de la política vasca, al menos en lo que a la CAV se refiere. En Araba, Bizkaia y Gipuzkoa, los votos que pierde el PP aparecen refugiándose en el PNV, lo que engorda el poder institucional de los jeltzales, pero no es una buena señal si se quiere hablar a futuro de mayorías abertzales en el país.
Los resultados en Bizkaia, donde el PNV se acerca a la mayoría absoluta, y donde crece el apoyo a los jeltzales en circunscripciones que antaño no le eran favorables, habla tanto de sus propias capacidades como de los puntos en los que los partidos de la oposición, y que pretenden ser alternativa en algún momento, tienen mucho en lo que mejorar.
Sánchez encumbra al PSOE
El llamado «efecto Sánchez», la victoria del PSOE en las pasadas elecciones generales, ha sido una enorme ola que ha aupado tanto al PSE en la CAV (con la excepción guipuzcoana) como al PSN en Nafarroa. Los números de María Chivate solo son comparables a los obtenidos por Maider Etxebarria en Gasteiz. Una candidata prácticamente desconocida ha logrado hacerse con el segundo puesto en la capital alavesa, un ascenso que nadie había pronosticado y en el que pocos confiaban incluso dentro de su propio partido.
Es en los territorios vascos cuyos resultados tradicionalmente más pegados han estado a las tendencias de voto del Estado español, donde este «efecto Sánchez» se ha visto más claro. En Araba han duplicado junteros.
La derecha española muta
En territorio vasco la derecha española está de capa caída y ni siquiera Navarra Suma puede alardear de ser quién fue. El PP camina en la CAV hacia la irrelevancia, perdiendo prácticamente la mitad de su representación.
Quienes antaño fueron sus votantes, no encuentran ahora problema para sumarse a las filas del PNV, en unos casos, y del PSE, en otros, con lo que el futuro del PP empieza a ser cada vez más tenebroso, si no encuentra su lugar en el nuevo mapa político que se está dibujando.
Y en este ámbito ideológico, cabe añadir que a Ciudadanos y Vox, ni están ni se les espera.
Castigo a Elkarrekin Podemos
Elkarrekin Podemos ha sufrido también un castigo del electorado, sobre todo allí donde sus divergencias durante toda la legislatura han sido más nítidas.
Lo hecho por este espacio político en Nafarroa y su irresponsable incapacidad política para el acuerdo en sus propias filas, merecerán consideraciones más exhaustivas a futuro.
Izaskun Bilbao vuelve al Parlamento Europeo donde entra con fuerza Pernando Barrena
Izaskun Bilbao, del PNV, volverá al Parlamento europeo, a donde llegará Pernando Barrena, desde el segundo puesto de la candidatura de Orain Errepublikak, candidatura que además podría lograr un cuarto escaño cuando Gran Bretaña confirme su «brexit».
Bilbao, al frente de Coalición por una Europa Solidaria, ha obtenido en Euskal Herria algo más de 405.000 votos, gracias al impulso que le han dado las otras dos urnas que ayer se pusieron en los colegios, las municipales y forales.
Por su parte, Pernando Barrena llega sin problemas al Europarlamento, con el apoyo de unos 300.000 votos, una suma importante, por ejemplo, con más de 53.000 votos en Nafarroa.
En esta ocasión, la situación política en Catalunya, ha tenido mucho que ver con las coaliciones por las que han optado PNV y EH Bildu.
En las últimas ocasiones anteriores, los jeltzales se habían unido con CiU como grupo tractor en votos desde Catalunya hacia todo el Estado español. Pero en esta ocasión, las propias circunstancias de los «potsconvergentes» han hecho que PNV se situara fuera de esa coalición. La pata catalana de la coalición optó por poner al president Carles Puigdemont como cabeza de lista y le seguían otros dos consejeros en el exilio. Esto llevaba a una campaña en clave exclusivamente catalana y, además, con un aire insurreccional. El PNV ni podía ni quería sumarse a esa candidatura, lo que le ha llevado a unirse a otros aliados, el más fuerte y reconocible de los cuales ha sido Coalición Canaria. Los jeltzales colocaron a su europarlamentaria, Izaskun Bilbao, como cabeza de la Coalición por una Europa Solidaria.
EH Bildu, por su parte, logró atar una coalición con ERC, partido catalán en auge en el ámbito independentista, a la que sumaron también una sigla reconocible y clásica en Galiza, como en BNG. Junto a otras formaciones de izquierda y con reivindicación nacional en Canarias, Aragón o Asturias, han conformado la coalición Ahora Repúblicas-Orain Errepublikak. EH Bildu sufrió, cuando la carrera electoral europea ya estaba en marcha, el traspiés de la dimisión de su europarlamentario, Josu Juaristi, al que sustituyeron por Pernando Barrena, una referencia en la izquierda independentista que además atesora experiencia en el ámbito internacional. Consiguió, además, que fuera el segundo de la candidatura, detrás de una persona referencial de ERC como Oriol Junqueras, en estos momentos preso acusado de rebelión en cárceles españolas.
Como dato, hay que destacar que la candidatura de Carles Puigdemont, ha obtenido algo más de 6.500 votos en Euskal Herria. Mientras que la coalición del PNV ha sumado más de 3.500 votos en Catalunya, donde lo apoyaron miembros de Unió.I.I.