Mientras el secretario de Organización del PSN, Ramón Alzórriz, señalaba hoy en Iruñea que «no va a haber agostazo», «el PSN y el PSOE son uno», «no vamos a fallar», «Javier Esparza tiene matrícula de honor en alta traición» y «no permitiremos, ni con la abstención, que Navarra Suma gobierne», desde Luxemburgo su homólogo federal, José Luis Ábalos, le enmendaba la plana al señalar que la oferta que el líder de UPN, Javier Esparza, hizo la víspera de abstenerse en el Congreso para permitir que Pedro Sánchez sea investido presidente del Gobierno español a cambio de que el PSN le permita a él gobernar en Nafarroa es «muy sensata».
La vicepresidenta del Gobierno español, Carmen Calvo, ha ido más allá, al señalar que la prioridad del PSOE es garantizar la investidura de Pedro Sánchez frente a la posibilidad de que el PSN acceda a la Presidencia del Gobierno navarro. Calvo ha añadido que la propuesta de Esparza es «interesante y razonable» y advirtió de que «seguramente el PSOE no conseguirá gobernar en todos los sitios que le gustaría».
Junto a ello, Calvo ha señalado que a pesar de que haya a consultar a la afiliación sobre los eventuales acuerdos de gobernabilidad, «la Ejecutiva federal del PSOE tiene la última palabra».
Alzórriz también ha revelado que las intenciones del PSN, que hoy se ha reunido con Podemos, son acceder a la Presidencia del Parlamento navarro, además de a la del Gobierno.