Beñat ZALDUA

Colau, cerca de arrebatar Barcelona a ERC gracias a los votos de Valls

A falta de una semana para la configuración de los Ayuntamientos, Barcelona en Comú confirmó ayer que Ada Colau presentará su candidatura. Valls ya dijo que sus votos serían «gratis».

Queda una semana de infarto en Barcelona, donde ERC y Barcelona en Comú se disputan la alcaldía después de que solo 5.000 votos separasen a los republicanos de los comuns el 26M –están empatados a 10 concejales–. Si no hubiese acuerdo de ningún tipo y Colau renunciase a presentarse, Ernest Maragall sería nombrado primer edil de la capital catalana por ser el más votado, pero no las tiene todas consigo.

Barcelona en Comú confirmó ayer lo anunciado el jueves por la noche: Colau se presentará a la reelección como alcaldesa, un gesto que algunos quisieron ver –o vender– como una medida de presión hacia ERC y PSC para que se avengan a negociar un gobierno tripartito, que es lo que desearían los comuns. En ese tripartito, defienden que Colau es la persona de consenso, la única que ejerce de puente, por lo que debería ser ella la que repitiese como alcaldesa.

Por otro lado, el propio Maragall consideró ayer que «el tripartito de Colau es un artificio retórico para mantener la candidatura». La declaración requiere un inciso: esta misma semana, Maragall convocó al líder del PSC en Barcelona, Jaume Collboni, a una reunión para tratar de acercar posturas. El encuentro, sin embargo, no se produjo porque Collboni, sencillamente, declinó reunirse con una representación de ERC.

Cuenta atrás

Las narrativas sobre la decisión de Colau de mantener su candidatura pese a ser la segunda fuerza difieren según cual sea el espacio político desde el que se analiza, pero la realidad de los hechos es tozuda: a Colau le basta con presentar su candidatura para salir elegida alcaldesa, dado que tanto PSC como el ex primer ministro francés Manuel Valls y dos de sus concejales han anunciado que harán todo lo que esté en su mano para evitar que el independentismo se haga con la alcaldía de Barcelona. Sin embargo, la única opción de Maragall –siempre que en los próximos días no se alcance un acuerdo con los comuns, algo que no se puede descartar– es que Colau no se presente y él sea automáticamente elegido.

De ahí que el alcaldable republicano considerase ayer que, si la actual primera edil ha decidido presentar su candidatura es porque ha «aceptado» los votos de Valls y sus compañeros. Algo que, no está de más recordarlo, descartó rotundamente en campaña cuando fue expresamente preguntada y repreguntada al respecto por el director de Nació Digital, Ferran Casas.

Barcelona en Comú no depende orgánicamente de Podemos, pero sobre el Ayuntamiento de Barcelona penden también los cálculos sobre la futura investidura de Pedro Sánchez. La sintonía entre Colau y Pablo Iglesias nunca ha sido especialmente buena, pero sus intereses pueden llegar a converger ahora: Colau quiere mantener la alcaldía –algo por otro lado normal–, mientras que a Iglesias le interesa acumular bazas para su negociación con el PSOE sobre el futuro Gobierno español.

 

El cordón ante el soberanismo llega a Badalona y Sabadell

El de Barcelona no es el único Ayuntamiento que el soberanismo podría perder por la posición del PSC, resuelta a aislar al independentismo allá donde pueda. En la tercera ciudad de Catalunya, Badalona, Xavier Garcia-Albiol (PP) ganó las elecciones, con la coalición entre Guanyem (CUP, comuns y otros) y ERC en segunda posición. El PSC podría sumar fuerzas con la izquierda para impedir el regreso del PP, pero ni corto ni perezoso, exige la alcaldía para su candidato, pese a quedar lejos de Guanyem-ERC. La consecuencia, si nada cambia en esta última semana, será que García-Albiol recuperará la alcaldía de Badalona para un PP en horas bajas.

En Sabadell, quinta ciudad de Catalunya (210.000 habitantes), la única concejal de Podemos anunció ayer que ha alcanzado un acuerdo para llevar a la alcaldía al PSC, rechazando así un acuerdo alternativo que podía haber llevado al Ayuntamiento egarense a una coalición dominada por ERC y Crida Sabadell –una candidatura ligada a la CUP–.B.Z.