GARA
LONDRES

Los conflictos, los desastres y el hambre sacan de la escuela a trece millones de niñas

Trece millones de niñas se han visto obligadas a dejar la escuela por situaciones de conflicto, desastre o hambre en todo el mundo, según la ONG Plan International, que ha advertido de la doble vulnerabilidad de un colectivo discriminado por razones de edad y de género.

Según un informe publicado ayer por la ONG Plan Internacional, 24 millones de niños no acuden a clase en todo el mundo como consecuencia de alguna crisis humanitaria. De ellos, un 54% son niñas y solo una de cada tres mujeres alcanza la escuela secundaria.

Si las tendencias actuales persisten, los autores del estudio prevén que no se cumplirá en 2030 el Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) que reclama una educación de calidad para todas las niñas. De hecho, calculan que no será posible alcanzar esta meta en al menos 150 años y que, en 2030, una de cada cinco niñas en países afectados por conflictos no serán capaces siquiera de leer una frase simple.

El contexto es aún más complicado en zonas como la cuenca del lago Chad, donde menos del 10% de las niñas completan la escuela secundaria. En el caso de Kwanye, de 16 años, cuenta que no pudo seguir asistiendo a clase porque «había secuestros de niñas».

«Todo el mundo quería que me casara, pero me negué porque quería ir a la escuela. Tenía buenas notas, amigos y era feliz antes de la crisis», afirma esta adolescente, que siempre vio en la educación una herramienta para obtener «una vida mejor».

Una noche «todo cambió». Perdió a su familia directa y ahora apenas tiene para comer. «Leo constantemente mis viejos libros para que no se me olvide nada», explica Kwanye.

Helena, sursudanesa, relata una historia parecida de abandono escolar que comenzó cuando su padre y dos de sus hermanos murieron víctimas del conflicto. La familia dejó todo atrás para poder huir y ahora pasa la mayor parte del tiempo cuidando el ganado.

«Nunca he ido a clase porque nadie podía pagar las tasas. Si tuviese que cambiar algo sobre mi vida, sería ir a la escuela», subraya esta joven de 14 años.

La responsable de Plan International en Gran Bretaña, Tanya Barron, confió que el informe sea «una llamada de atención» para que la comunidad internacional redoble sus esfuerzos y revierta la actual tendencia, en la medida en que «las adolescentes soportan la carga de la pobreza y la desigualdad».

Las crisis humanitarias, advirtió, «profundizan las desigualdades, exponiendo a las niñas a un riesgo mayor de matrimonio temprano, violencia de género y embarazos. Si no se toman medidas, se puede perder para siempre la oportunidad de que logren una educación».