El equipo con mayor y mejor historial peleará por el Mundial con un novato. Mientras Estados Unidos intenta prolongar el éxito de una generación que ha encadenado la plata de Alemania y el oro de Canadá, Holanda culmina un cuatrienio increíble en el que ha pasado de debutar en el Mundial en Canadá, de donde regresó a casa en octavos, a conquistar la Eurocopa y, ahora, disputar su primera final mundialista.

La Oranjevreuwen llegará con pleno de victorias pero no con las formas que se le presuponían.

Tampoco hoy se ha vestido su traje más vistoso. Con Hurtig por la sancionada Rolfo –Bjorn también iba a sustituir a Rubensson pero se ha lesionado en el calentamiento, con lo que la jugadora del Goteborg ha acabado repitiendo en el once–, Suecia ha tomado la iniciativa de inicio. Sin excesos pero ha hecho más y lo ha hecho mejor que su rival.

Y sobre todo ha dado la sensación de estar siguiendo, con mayor o menor éxito, el plan que había trazado en el vestuario, frente a un rival que se ha limitado a defender, a la espera de que la inspiración de alguna de sus atacantes o, lo más habitual en este torneo, alguna jugada de estrategia le permitiera romper el partido.

Pero las primeras apenas han dado señales de vida –ni siquiera Beerensteyn, tan acertada en el Mundial y que hoy ha sentado a Van de Sanden– y para rascar la primera falta cerca del área han tenido que pasar 44 minutos. Van Veenendal y sus defensas han estado más finas, con lo que las ocasiones en ambas áreas han podido contarse con los dedos de una mano.

Tres, concretamente; y sólo una de ellas, un remate de Hurtig que ha despejado Van Veenendal con el pie, verdaderamente peligrosa.

El segundo tiempo ha empezado sin Martens, que arrastra problemas físicos desde hace días, pero con pocos cambios más. Suecia con mejor pinta pero sin acabar de romper. Y Holanda ni lo uno ni lo otro.

Aunque viendo cómo se han desarrollado muchos de sus partidos hasta ahora y que Suecia podía pagar físicamente el haber tenido encuentros más exigentes, las oranje no tenían por qué estar especialmente intranquilas.

Hasta han soltado un aviso serio con, cómo no, un córner cabeceado por Miedema que Lindahl ha desviado al larguero. Sarina Wiegman ha recurrido al efecto revulsivo de Van de Sanden.

Tampoco saliendo del banquillo le ha ido bien a la jugadora del Olympique pero sí ha supuesto otro motivo de preocupación, y de desgaste, para las suecas.

En cualquier caso, la segunda parte ha acabado consumiéndose como la primera, sin demasiado juego, con ocasiones contadas, con algunos nervios, más conforme se acercaba el noventa; con un par de paradas imponentes y sobre todo, con mucho miedo a perder por las dos partes.

El nombre del finalista se ha decidido en la prórroga. Holanda había empezado el añadido un poquito mejor, más metido en campo contrario. Y también con más acierto.

En el minuto 99, Groenen ha recibido un balón en la frontal para cruzarlo ajustándolo al palo y sentenciar el partido. Ha intentado resistirse Suecia pero a las holandesas ya no se les ha escapado la victoria.

Hasta el fin de semana

Habrá que esperar hasta el domingo para conocer el campeón. El Groupama Stadium de Lyon despedirá el Mundial, con Estados Unidos y Holanda peleando por el título.

Antes, el sábado, el Riviera Allianz de Niza acogerá el duelo por la medalla de bronce, que enfrentará a Inglaterra –precisamente la selección que ocupó el tercer peldaño del podio hace cuatro años– y Suecia, podio mundialista en tres ocasiones.