Maite UBIRIA

Iparralde presenta su dispositivo con vistas a desconcentrar la actividad turística

La Oficina de Turismo de Ipar Euskal Herria, creada en 2018, ha elegido el Jardín Botánico de Donibane Lohizune como escenario de la presentación de su primera campaña, que llega con la temporada ya en marcha, y que responde a objetivos que van más allá, ya que busca dotar al territorio de las herramientas precisas para «fomentar una actividad turística sostenible».

Integrantes de la Oficina de Turismo de Ipar Euskal Herria, en la comparecencia de hoy. (Guillaume FAUVEAU)
Integrantes de la Oficina de Turismo de Ipar Euskal Herria, en la comparecencia de hoy. (Guillaume FAUVEAU)

La Oficina de Turismo de Ipar Euskal Herria ha puesto sobre la mesa, como seña de presentación, tres instrumentos con los que aspira a dotar de perspectivas nuevas a un sector con fuerte impacto económico pero que, indudablemente, genera también una fuerte huella, no siempre positiva, derivada, en buena medida, de la gran concentración de visitantes en fechas concretas y de la localización de la oferta en zonas concretas.

Una tarea que no se antoja fácil a la vista de unas cifras simplemente mareantes. Los tres territorios del norte del país -con una fuerte descompensación en favor de la costa labortana- registraron en 2018 un total de 25 millones de pernoctaciones, cifra que de ser repartida en los 365 días del año, traduce Daniel Olzomendi, responsable de la Mancomunidad Vasca para la cuestión turística, nos daría nada menos que 615.000 visitantes diarios.

Sin embargo, la llegada de visitantes se concentra en los meses de verano, y las cifras oscilan en función de la bondad del tiempo en los meses anteriores y posteriores.

En Iparralde hay un total de 2.000 empresas dedicadas a un sector que acapara el 10% del mercado laboral. Y la tendencia –siempre ligada a la climatología– es al alza. Lo que no puede ocultar carencias graves, en materia de calidad de empleo.

Pero también en cuestiones tan candentes como la movilidad. Los responsables de la Oficina de Turismo se han fijado el plazo de «dos años» para aportar respuestas, en base a transporte en común, que puedan descongestionar las carreteras, convertidas en auténticas ratoneras en los meses de verano.

Caja de herramientas

Los responsables de la oficina que vincula al conjunto de servicios turísticos de los tres territorios, a excepción de las cinco estaciones turísticas consagradas (Angelu, Biarritz, Bidarte, Kanbo y Hendaia), que han preferido guardar su autonomía, han presentado su particular caja de herramientas para incidir en los comportamientos de los visitantes «interesados en conocer a un país, que es una cultura, una identidad, y no una simple sucesión de puntos en un mapa», en palabras de Olzomendi.

Primera herramienta: un mapa turístico que «evita subrayar las fronteras», pone el foco en los siete territorios vascos, y traza itinerarios por parajes naturales y destinos de patrimonio.

Esa visión de 360 grados hace una segmentación en trece zonas, para abrir el prisma al conjunto del territorio, en el anticipo de un proyecto más ambicioso de «refundación del ecosistema numérico» del servicio turístico (www.paysbasque-360.com).

La mini web arranca, como otro de los reclamos presentado hoy, el denominado «euskal pass», en francés, aunque promete incorporar «en unos días» la versión en euskara, a las que se sumarán las ideadas en inglés y castellano.

Ese pase de vacaciones, que dará acceso a precios ventajosos a una treintena larga de puntos de interés señalados en el mapa turístico de Iparralde, se podrá activar desde la web (www.euskalpass.com) y utilizar bien con móvil (código QRC)  bien mediante una tarjeta reciclable, según ha detallado Nicolas Martin, director de la Oficina de Turismo de Iparralde.

Vacaciones en euskos

Finalmente, en la línea de acercar a la realidad específica del país a los visitantes, la Oficina de Turismo de Ipar Euskal Herria ha hecho un acuerdo con Euskal Moneta bautizado como «vacaciones en euskos» que permite al visitante adquirir la moneda local, para emplearla en servicios y comercios  adheridos a dicha asociación.

Al tiempo, como una «mini guía con nociones básicas en euskara, «ya que el idioma forma parte de la apuesta de relocalización en la que trabajamos», ha explicado, en nombre de Euskal Moneta, Dante Sanjurjo.