Vive la primera semana más tranquila en sus diez Tours y destaca que el recorrido viene bien a sus dos líderes.

¿Cómo afronta su décimo Tour consecutivo?

Somos de los veteranos y eso quiere decir que todavía seguimos ayudando a los líderes. No he tenido lesiones, pero ha sido un año más a trompicones con una descomposición antes de París Niza. Me costó y pasé varios días en el filo de la navaja. Me fui recuperando y tuve unas anginas después de Lieja. Pasé días en cama con antibióticos, más de los que pensaba sin entrenarme...

¿Eso le afectó en las clásicas?

Fueron un poco diferentes. En Flandes fuimos con Alejandro, que estuvo bien. En Roubaix estábamos por ahí, rompimos una rueda y me fui para atrás. Luego en Amstel, Flecha y Lieja Alejandro nos tiene mal acostumbrados y no estuvo como otras veces. Ha hecho un montón de puestos, ganó una sola en Abu Dhaby, pero había hecho segundos puestos, terceros. No es un tío que estaba arriba y desaparece. No había conseguido los resultados de otras veces porque eran muy altos. Se nos olvida, pero ganar es muy difícil siempre. Ya estaba empezando a presionarse, se ha apretado las tuercas y ha vuelto a hacer de las suyas ganando Occitanie y campeonato de España. Se ha cuidado mucho y con esa rabia ha bajado peso y está muy fino.

¿La victoria y el nivel del equipo en el Giro ha dado tranquilidad?

Había una falta de resultados para esa época y fue una alegría. Ha venido muy bien, corrieron de manera casi perfecta y para la imagen del equipo ha sido bueno. Se dio un equilibrio entre lo que uno piensa y quiere hacer y las fuerzas necesarias para llevarlo a cabo en la lucha con los demás. Se dieron todos los factores.

¿Son optimistas ante un Tour más abierto por las bajas?

Tengo ilusión, aunque también otros años y te llevas chasco. Este año pinta bien, les veo fuertes a los dos líderes y al resto del equipo. Pienso que puede haber oportunidades. Es un Tour que parece un poco más abierto y tenemos moral y ganas con tres fenómenos y dos líderes porque Alejandro se ha descartado y prefiere estar ahí para ayudar a Nairo y Mikel. Tienen montaña para hacer daño, que es donde mejor se desenvuelven. No hay demasiada crono, solo la de Pau y no es de las llanas de rodadores. No es tan dura como el año pasado, pero sí exigente. Ahora dependerá de cómo estemos comparando con los rivales.

¿Qué sensación dejó la crono por equipos en Movistar?

Nos dejó un poco peor sabor de boca. No nos salió tan bien por un par de factores y nos daba rabia, aunque la pérdida no fue terrible. Esos días de crono por equipos todo tiene que salir redondo para sacarle brillo y son muchos factores a coordinar.

Todo lo contrario que la etapa en La Planche des Belles Filles...

Se intentó hacer algo diferente sobre todo para sacar de su dinámica al Ineos, que siempre se solía aplicar en la primera etapa de montaña y sacaban muchas diferencias.

Y Nairo Quintana y Mikel Landa estuvieron con los mejores...

Nairo parece que lleva menos resultados, pero le veo bien a pesar de que en Dauphiné no estuvo como hubiera querido. Le veo en buena línea. Me gusta el camino que ha llevado. Le veo tranquilo, se ha preparado bien, con buenos datos. Estos últimos meses ha tenido menos eventos publicitarios, menos desgaste. Ha estado más discreto y ha trabajado bien y mucho, más que otras veces. Con Mikel coincidí en la semana previa al Tour en una concentración en altitud en Pirineos junto a Amador, Rojas, Nelson Oliveira, buena parte del equipo, que aprovechamos para ver alguna etapa del Tour. Y Mikel ya llegó con buen aspecto físico, está fino. Se les ve muy bien a los dos, a Mikel también.

Siempre se habla de la relación entre los dos en carrera y usted defiende que es una ventaja tener dos líderes así...

Se ha visto en el Giro y es una lección de que si están bien dos líderes y atacan coordinados es cuando más daño han hecho. Esto es lo que hay que intentar aplicar. Conozco de convivir con ellos a Nairo y Mikel. Pese a que han despertado al monstruo de la polémica, son dos tíos majos, honestos, correctos. Los intereses personales o por renovar o por lo que sea hay que aparcarlos las tres semanas durante el Tour y hacer la carrera que nos interesa a todo el equipo. No tiene que haber problemas.

¿Thomas será el mayor rival o hay que contar con Bernal?

Bernal es buenísimo, pero estaba entrenándose para otros objetivos, con otra planificación y son cambios. Habrá que verlo. Al final salimos en la misma línea todos y vamos a pelearlo.

¿Ha sido una primera semana diferente con más montaña?

Hemos logrado evitar los contratiempos para que los líderes lleguen como deben a los puntos claves donde se pueden expresar bien como en La Planche des Belles Filles.

¿Luego apenas hay margen entre Pirineos y los Alpes?

El primer descanso es el martes, tienes diez días de tacada, y luego los Pirineos son exigentes con la etapa del Tourmalet y me gusta el final en el Prat d’Albis, que es más duro de lo que parece, con el Muro de Péguère unos kilómetros antes. Además la crono está entre dos etapas de Pirineos. Va a estar entretenida la carrera. El lunes es el segundo descanso, prácticamente te quedan cinco días con los Alpes. Pirineos va a hacer la selección y se va a ver quiénes lo van a disputar en los Alpes, donde hay etapas de mucho desnivel, con puertos muy largos y mucha altitud. Con etapas cortas explosivas y largas. Alpes puede dar una vuelta a la carrera. Al que falle no le van a perdonar.