Martxelo DÍAZ
IRUÑEA

Ana Beltrán, de parlamentaria navarra exaltada a número tres de la dirección del PP

Ana Beltán ha sido nombrada vicesecretaria de Organización del PP a nivel estatal. Pablo Casado apuesta por un perfil duro que se ha forjado arremetiendo contra todo en el Parlamento navarro.

Ana Beltrán y Carmen Alba en la protesta de Colón.
Ana Beltrán y Carmen Alba en la protesta de Colón.

Ana Beltrán ha sido una de los dos parlamentarios que el PP ha tenido en la pasada legislatura, junto a Javier García. Su trayectoria ha estado marcada por la polémica, lo que le ha valido ser galardonada con el premio «Azote del Gobierno» por la Asociación de Periodistas Parlamentarios.

Una de sus frases recurrentes durante estos cuatro años ha sido «rodillo del cuatripartito» como queja ante el hecho de que sus dos parlamentarios eran insuficientes para sacar adelante sus mociones u otras iniciativas parlamentarias.

La mayoría de estas iniciativas eran para denunciar lo que ha calificado como «imposición del nacionalismo vasco en Navarra». No en vano «la batasunización de Navarra» ha sido otra de sus expresiones recurrentes.

Beltrán ha conseguido incluso ser reprobada por la Junta de Portavoces del Parlamento por usar la palabra «ornitorrinco» para criticar una encuesta sobre opciones sexuales de los alumnos que hizo el Gobierno navarro.

El euskara ha sido otra de sus obsesiones en su actividad parlamentaria, llegando a increpar a comparecientes en el Parlamento por usar esta lengua.

Sus exabruptos no se han limitado al interior del Parlamento. En las pasadas navidades protestó airadamente en el paseo de Sarasate porque Sare había colocado una réplica de una celda para dar a conocer la situación en la que viven los presos vascos.

Antes de ser parlamentaria, Ana Beltrán era empresaria y llegó a ser galardonada con el premio de Empresaria del Año. Desafortunadamente, su empresa familiar es habitualmente una de las que aparece en la lista de morosos de la Hacienda navarra.

Este perfil de mujer que no se calla ante «los desmanes de los nacionalistas» hizo que Beltrán fuera mimada por los medios de la derecha extrema de Madrid. Cada vez que visitaba la ciudad castellana (o sin hacerlo) tenía a su disposición altavoces mediáticos, lo que le ha valido hacerse un nombre.

De ahí, saltó a las listas del PP por Madrid en las pasadas elecciones, tras garantizarse que el PP navarro tendría representación en la Cámara navarra gracias a la coalición Navarra Suma, algo que las encuestas no le daban. Es la representación perfecta del PP de Colón.