Hacía 27 grados en la Plaza del Arriaga, algunos más dentro del teatro, cuando Marijaia ha desatado la euforia general. Aste Nagusia de Bilbo ya está aquí, tomando el relevo a la de Donostia y prolongando el ciclo festivo de las capitales vascas.

«Anitzak gara, mundua koloretakoa da eta kolore guztiak ederrak dira. Y esto es Aste Nagusia, una fiesta llena de colores. Hemen denentzako lekua dago, aniztasuna da nagusi. Que el mundo sea una infinita Aste Nagusia», ha proclamado la representante del colectivo Naizen, que agrupa a familias de menores transexuales.

Y tan multicolor como el pregón de Sever era el aspecto de la plaza, entre las camisetas de las comparsas y las banderas de todo tipo. Sobra decir que la Plaza del Arriaga ha estado abarrotada, y aunque sin llegar a los extremos de hace unos años, se ha lanzado bastante harina. Había una gran pancarta en favor de la repatriación de los presos, mensajes contra el dinero público para corridas de toros, proclamas contra la violencia machista...

Antes, en su mensaje Bea Sever ha empleado un tono más grave para pedir «que nadie más sufra por no poder ser quien realmente es». «Sin miedo, sin ataques, ni transfóbos, ni machistas, no admitiremos ningún ataque», ha anunciado, para alentar a continuación a que «la educación sea la herramienta para construir el mundo sin agresiones que soñamos».

La representante de Naizen ha elogiado a Bilbo por «ofrecernos este altavoz» cuando en otros puntos «se intenta visibilizar» la realidad de que «hay niñas con pene y niños con vulva, están aquí».

«No sabemos qué tiene Marijaia bajo su falda y no nos importa, la queremos por ser quien es», ha seguido Bea Sever. Y ha recordado a Ekai, símbolo de esta lucha tras quitarse la vida en Ondarroa.

Itsasne Núñez, primer txupín

Para las comparsas la fiesta ha arrancado realmente antes con la animada bajada. Luego se ha procedido al relevo de txupineras (Sonia Domínguez ha pasado el testigo a Itsasne Núñez) y también a la entrega de la makila a Sever de manos de Zorion Egileor, el pregonero de la pasada edición.

Entre un mar de confetti, la salida de Marijaia al balcón y el txupín de Itsasne Núñez han marcado el clímax en el Arriaga. La juerga ya no hay quien la pare en el Arenal y toda la ciudad, tras unas vísperas marcadas por las campañas contra la violencia machista y a menor nivel por la polémica en torno a la actuación de C. Tangana finalmente cancelada.