El aeropuerto de Biarritz, cerrado al tráfico comercial con motivo de la cumbre del G7, será la infraestructura básica para la acogida de los mandatarios de los siete países y las veinte delegaciones internacionales que acudirán a la cita de de Biarritz, el próximo fin de semana.
Con todo, el ministro de Interior, Christophe Castaner, reconocía ayer tarde, de paso en Biarritz, que esa instalación tiene limitaciones, al tiempo que aclaraba que «se ha establecido un acuerdo para ampliar nuestro espacio de control aéreo y marítimo con las autoridades españolas».
Ese acuerdo permitiría precisamente el uso como aeropuerto de apoyo de la instalación de Hondarribia, en la que ayer se produjeron los primeros movimientos de aeronaves estadounidenses.
En las últimas fechas algunas informaciones apuntaban al aterrizaje del cortejo aéreo de Trump en el aeropuerto de Gasteiz-Foronda.
Sin embargo, fuentes cercanas al centro de mando y coordinación de la seguridad del G7 apuntan ahora «como hipótesis más probable» al aeropuerto de Bordeaux-Mérignac.
Guardia Civil y Ertzaintza en Biarritz
El Ministerio de Interior galo se muestra complacido del «excelente grado de colaboración con nuestros homólogos españoles». Y elogia el «alto número de efectivos» puestos a disposición de la seguridad del G7, particularmente, pero no solo, al sur del Bidasoa.
De hecho Castaner confirmó que «la colaboración con Policía española y Ertzaintza no se limitará al control de la frontera, sino que concedemos tanto o más valor a la recogida e intercambio de información, cara a evitar incidentes».
Un dato. En el centro de mando de seguridad establecido en Villa Fel de Biarritz habrá «presencia permanente» de representantes de la Guardia Civil y del «Departamento de Seguridad del Gobierno Vasco».
El ministro de Interior francés dejaba sentado, en todo caso, que «los agentes españoles no participarán en labores de orden público en suelo francés».
Visita de la ministra de Defensa
En total 13.200 policías y gendarmes engrosarán el grueso del dispositivo de seguridad del G7, aunque a ellos se sumará un número, que Castaner no concretó, de miembros del Ejército francés.
Precisamente la ministra de Defensa, Florence Parly, visitará esta tarde una instalación de uso militar, sita en Tarnos (Landas), a las afueras de Baiona, en una visita en la que debería ofrecer más detalles del papel del Ejército dentro del dispositivo securitario habilitado, tanto cara a la contracumbre, que ha arrancado hoy en Ficoba-Irun y se prolongará, con actos también en Hendaia, hasta el viernes, como para la cumbre del G7 (24-26 agosto).