«Vivimos un bloqueo inhumano y vergonzoso. Necesitamos un lugar seguro lo antes posible. El clima a bordo es cada vez más tenso. ‘¿Por qué no nos movemos?, ¿Volveremos a Libia?’, nos dicen. La mayoría de los supervivientes nos cuentan que han sufrido detenciones arbitrarias, extorsión y violencia en Libia y muestran signos de tortura. También hay víctimas del conflicto armado en Libia, heridos de guerra que atendemos en la clínica», denuncia Luca Pigozzi, médico de Médicos Sin Fronteras (MSF) a bordo del Ocean Viking, en un breve video grabado desde el barco.
«En medio del Mediterráneo, los días pasan y parecen siempre el mismo, la gente está perdiendo la noción del tiempo, les cuesta incluiso identificar la hora de la comida o del rezo. Les es muy difícil entender lo que está sucediendo, aunque tratamos de explicárselo con la ayuda de nuestro mediador intercultural», relata.
Subraya que uno de los momentos más tensos de la jornada es la hora de dormir ya que no hay espacio suficiente para todas las personas. «La gente se está organizando para dormir. No es fácil poder encontrar un lugar en puente donde todos puedan dormir. 356 personas llevan más de 10 días atrapadas en el mar», remarca.
En esta desesperada situación, reclama «un lugar seguro lo antes posible para que estas personas puedan tocar el suelo y puedan encontrar seguridad y humanidad».