Las autoridades italianas inmovilizaron este jueves el barco de rescate de Open Arms en Sicilia. La Guardia Costera italiana informó de que se habían detectado «anomalías graves relacionadas con la seguridad de la navegación, el cumplimiento de la legislación sobre protección del medioambiente marino y la capacitación y familiarización de la tripulación con los procedimientos de emergencia proporcionados a bordo».
Por eso, el barco quedará retenido y no podrá salir del puerto de Porto Empedocle, donde se encuentra, «hasta que se hayan corregido las irregularidades técnicas y operativas detectadas durante la inspección».
En un comunicado, la ONG ha indicado que ayer por la tarde, pocos minutos antes de que la tripulación partiera hacia el aeropuerto, el cuerpo de guardacostas italiano hizo una inspección en el buque Open Arms e instó a la tripulación a hacer una serie de ejercicios de seguridad a bordo.
«La extrema dureza a la que los tripulantes se han sometido en las últimas semanas ha tenido como resultado que los simulacros no obtuvieran el nivel requerido», ha reconocido Open Arms, que asegura que el buque tiene vigentes y en regla todos los certificados requeridos por la marina mercante española.
La ONG asegura que las anomalías detectadas se limitan a los separadores de agua-aceite, los ejercicios realizados y las embarcaciones de rescate, «estas últimas previamente aceptadas por las autoridades marítimas españolas», y que todas «serán subsanadas a la mayor brevedad posible en el puerto de Empedocle, mientras siga atracado allí».
«Tan pronto sean subsanadas y concluyan las diligencias dependientes de la Fiscalía de Agrigento, Open Arms zarpará para continuar con nuestra misión de proteger vidas en el mar», concluye la nota.