Comenzamos la crónica del partido del viernes contra el Getafe reconociendo el indudable valor de que el Athletic haya empezado la temporada venciendo al vigente campeón en San Mamés y empatando en el campo del quinto clasificado en la pasada Liga, equipo embarcado por ello en competición europea.

Tras la frustrante primera vuelta de la temporada anterior, el equipo rojiblanco ha comenzado la competición con fuerza, intensidad y sin demasiados momentos de distracción. Es una excelente base para comenzar la Liga con confianza, sin que la situación clasificatoria oprima a los jugadores.

Pero dicho esto, también hay que poner el acento en las carencias, única forma conocida para mejorar lo anterior. El Athletic le ganó al Barcelona porque su intensidad fue superior. Con ella equilibró la calidad técnica de los culés y, como cuando hay equilibrio deciden los pequeños detalles, fue un golazo de Aduriz el que inclinó la balanza de lado local. Pudo haber sido Luis Suárez o como en otras ocasiones ha sido una falta lanzada por Messi, pero esta vez le tocó a Aduriz. Ante el Getafe también apretaron. Aceptaron el reto del intercambio de golpes que proponen los equipos de Bordalás y el resultado también fue bueno, con lo que el Athletic ha comenzado la Liga sin sobresaltos.

Sin embargo, a un equipo con los mismos mimbres de las últimas temporadas a cuyos jugadores su entrenador conoce a la perfección hay que exigirle un salto cualitativo. Un ejemplo: ante el Barcelona la salida de Aduriz resultó un revulsivo, pero ante el Getafe no. Garitano optó por sacar a Beñat y dar entrada al delantero donostiarra. La lectura rápida llevó a pensar que el técnico iba a por todas metiendo más delanteros, pero la lectura pausada hace dudar del planteamiento porque sacar a otro punta supuso sembrar desorden arriba y dejar sin peso al centro de campo. Quizás la decisión correcta hubiese sido, aunque a toro pasado es fácil decirlo, hubiese sido meter a Unai López para tomar el timón del partido ante un Getafe que iba ya demasiado justo.

La cuestión está en si se quiere mandar en los partidos o si basta con solucionarlos con un equipo echado atrás en el que todos defienden y haya que encomendarse a los balonazos que se le lanzan a Williams o a otro.

Bertso derbi

Por otra parte, un año más el derbi estará acompañado del desafío entre bertsolaris. A favor del Athletic estarán Jon Maia, Onintza Enbeita y Xabi Paia y de la Real, Andoni Egaña y Maddalen y Amets Arzallus. Dos horas antes del partido intervendrán en Pozas; una hora antes, en la explanada de San Mamés; e, instantes antes del encuentro, Maia y Amets lo harán en el campo.