Chernóbil Elkartea nació diez años después, en 1996, y un año más tarde organizó su primer programa de acogida, con el objetivo de que esos niños y niñas pasaran unos meses en un ambiente mucho más saludable y pudieran mejorar su estado de salud.
Este año, cerca de 200 menores arribaron a Euskal Herria a principios de julio. El balance de estos dos meses es «muy positivo», según ha indicado este miércoles Chernóbil Elkartea, que ha asegurado que la mejora de su estado general «es evidente desde el primer verano».
Un total de 47 niños se han incorporado por primera vez al programa, que funciona gracias a la colaboración de las familias de acogida.
Durante su estancia aquí han realizado numerosas actividades. Han visitado el museo Peru Harri, han paseado en barco por Bermeo y han ido de excursión a Aralar, entre otras.
En el viaje de vuelta, tres voluntarias de Chernóbil Elkartea irán con ellos para visitar en Chernóbil a otros niños que quieran apuntarse al programa el verano que viene, para conocer su situación personal y buscarles la familia de acogida más adecuada.