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Rohani le dice a Trump que primero levante todas las sanciones

El presidente iraní pidió a EEUU «dar el primer paso levantando todas las sanciones» contra su país, al día siguiente de que Trump planteara posible una reunión con su homólogo persa.

Un día después de que el presidente estadounidense, Donald Trump, planteara en el marco de la cumbre del G7 en Biarritz la posibilidad de una reunión con su homólogo iraní, Hassan Rohani, este le puso como condicionante el levantamiento de las sanciones contra Irán.

La primera «etapa es retirar las sanciones. Usted debe retirar todas las sanciones ilegales, injustas y erróneas contra la nación iraní», dijo dirigiéndose a Trump en un discurso transmitido por la televisión estatal.

Insistió en que «la clave para un cambio positivo está en manos de Washington», porque Irán ya descartó hacer lo que más le preocupaba a EEUU: fabricar una bomba atómica.

«Si honestamente esta es su única preocupación, esta preocupación ya ha sido eliminada», recordó Rohani.

«No (estamos tratando de) fabricar una bomba nuclear… nuestra doctrina militar se basa en armas convencionales», agregó. El ayatollah Ali Jamenei lanzó una fetua contra las armas nucleares en 2003 y la ha reiterado en varias ocasiones desde entonces. «Así que dé el primer paso», insistió Rohani durante la inauguración de un proyecto inmobiliario en Teherán.

En su discurso de ayer, el mandatario iraní aseguró que la política de su Gobierno de «interacción constructiva» con el mundo estaba en línea con el enfoque de «interacción extensiva» del líder supremo.

«No buscamos la foto»

Insistió, sin embargo, en que Washington debe «retractarse de sus errores» y volver a sus compromisos sobre el acuerdo nuclear. «Nuestro camino está claro, si vuelven a sus compromisos, nosotros también actuaremos completamente de acuerdo con los nuestros».

Incidió en que no está buscando «la foto». «Nosotros queremos resolver problemas de una forma racional, no buscando la foto. Si alguien quiere la foto con Hassan Rohani, no va a ser posible», aseguró.

El presidente estadounidense dejó entrever el lunes en Biarritz, donde se celebró la cumbre de G7, un posible avance en la crisis iraní, considerando realista una reunión con Rohani.

Tras anunciar que EEUU se retiraba del acuerdo nuclear con Irán, Trump implementó una política de «máxima presión» sobre Teherán, con sanciones que se consideran un riesgo de conflicto en Oriente Medio.

En Biarritz, el presidente francés, Emmanuel Macron, dijo que las «condiciones para un encuentro» entre Trump y Rohani «en las próximas semanas» habían sido propiciadas por medio de diplomacia intensiva y consultas.

De hecho, hasta la localidad labortana viajó por sorpresa el ministro de Exteriores iraní, Mohammad Javad Zarif.

Según reveló, su viaje relámpago el domingo a la cumbre del G7 tenía como objetivo buscar fórmulas para salvar el pacto, pero dejó claro que ese encuentro no se iba a celebrar hasta que la Casa Blanca cumpla con sus compromisos del acuerdo nuclear. «Ahora es necesario implementar acuerdos previos y sobre esto no hemos visto ninguna señal especial», indicó. La posibilidad de negociaciones directas con EEUU está generando críticas internas Irán, donde los sectores más conservadores se oponen a un nuevo diálogo, que ven como una humillación.

El propio líder supremo, Ali Jamenei, quien tiene la última palabra en las decisiones del país, ha rechazado en numerosas ocasiones negociar con el inquilino de la Casa Blanca, una opción que ha calificado de «engaño» y de «veneno».

«Señor Rohani, el país progresa con trabajo y esfuerzo y no mediante visitas con uno u otro», tituló ayer el periódico “Keyhan”, cabecera del ala especialista.

Un diputado de esta corriente, Nasrollah Peymanfar, declaró en la sesión del Parlamento que el pueblo iraní «no permitirá a Rohani el inicio de un nuevo juego» que, a su juicio, causa «mucho daño» al país.

A la espera de que se concreten fechas, tanto Trump como Rohani deberán acudir a la asamblea general de la ONU a finales de setiembre, un escenario que podría ser propicio para el inicio de las conversaciones.