Daniel ZANGITU

LA IRRUPCIÓN DE ERREJÓN APUNTALA A SÁNCHEZ Y PONE A PRUEBA A IGLESIAS

El ex número dos de Podemos vuelve a la política estatal con Más País y alista su mapa de alianzas regionales para las generales de noviembre. La jugada beneficiará al PSOE y puede debilitar aún más la cohesión en Unidas Podemos.

En solo ocho meses, Iñigo Errejón ha asestado dos duros golpes al Podemos de Pablo Iglesias. En febrero anunció sin previo aviso que se iba para crear un espacio propio con Manuela Carmena. En setiembre, tras fracasar la investidura, decide lanzar su fuerza propia, Más País, para luchar con Podemos por el liderazgo del espacio a la izquierda del PSOE, favoreciendo así, queriendo o no, a Pedro Sánchez.

Es en el marco de esa histórica pugna con Iglesias en el que se entiende la embestida actual de Errejón, quien con notable apoyo mediático, vuelve a la política estatal con el guiño del PSOE, para quien será un placer poder negociar su investidura con un Unidas Podemos empequeñecido y con unos nuevos socios que aceptan sin más un gobierno monocolor –y que también, como el líder del PSOE, desean que Iglesias pase a retiro–. El bastión de Errejón es Madrid, donde obtuvo un 14,65% de los votos en su candidatura a la presidencia regional. También lo es el de Iglesias: un mes antes, en las generales, consiguió el 16,2%.

Juego de tronos regional

El líder de Más País, para darle más densidad a su candidatura, necesita extenderse a otros territorios y ese trabajo ya había comenzado a mitad de año y se ha acelerado desde la investidura fallida de julio. Vale recordar que el primer hito institucional de ese germen de alianzas ocurrió cuando en el Senado, en julio pasado, Más Madrid logró conformar un grupo que se llamó Izquierda Confederal en el que participaron Mès per Mallorca, Compromís, y Catalunya en Comú. Esa unión significó la desaparición en la Cámara alta del grupo de Unidas Podemos. Fue un primer aviso.

Errejón ganó su primera medalla a los morados al quedarse con Equo, gracias a que no le importó ser quien causó su fractura: un único diputado ecologista, Juan López de Uralde por Araba, decidió quedarse dentro de la coalición UP. Pero como casi dos tercios de los inscritos de Equo son de Madrid y el País Valenciá, el resultado de la consulta que realizaron no fue sorpresa: el 58% votó a favor de irse con Más País. Portavoces de Errejón han respondido a GARA que aún no está confirmado en qué circunscripciones presentarán listas. Incluso, tampoco pueden adelantar si competirán en Barcelona ni en alguna de las provincias de la CAV.

Pero el preacuerdo alcanzado por Más País con Equo da una pista concreta, más allá de las versiones de corrillo, de la estrategia de Errejón: en el documento que difundieron, se asegura que solo habrá competición electoral en las circunscripciones que reparten siete o más escaños ya que en ellas «se respeta la proporcionalidad del voto, evitando así restar votos dentro del bloque progresista». Esto implica a 17 de las 52 circunscripciones. Si bien desde Más País respondieron a GARA que eso es solamente preliminar y no garantiza que haya candidatos en 17 distritos, sí exhibe que la ambición es jugar donde se pueda pelear voto a voto con Podemos, en circunscripciones donde esté garantizada la representación de la cuarta o quinta fuerza.

Las alianzas también incluyen a Compromís, el partido valencianista que no tardó en consultar a sus inscritos si podían ir en coalición con Más País, además de Podemos. Quienes conocen la formación de la vicepresidenta de la Generalitat valenciana, Mónica Oltra, saben que está dividida en dos almas, una más de centro y otra más escorada a la izquierda. Eso ha llevado a que la sintonía con Podemos e IU no haya sido tan buena y estimen que podría ser mejor con un progresismo más liviano como el de Errejón, quien es el socio preferente para el 10-N.

Además de intentar coaliciones con otros partidos regionales, como la Chunta aragonesista o Nueva Canarias, Errejón hace gala del axioma político que dice que los enemigos de tus enemigos son tus amigos y ha logrado que la líder morada en Andalucía, Teresa Rodríguez, anuncie que intentará una alianza a tres (con UP y Más País) en la comunidad más grande del Estado. Rodríguez hace tiempo que tiene divergencias públicas con Iglesias y es del sector Anticapitalistas de Podemos, sugestivamente con posiciones más radicales que Más País (se enfrentaron duramente con Manuela Carmena, de hecho).

En tanto, el líder de Podemos habló este sábado tras una semana en la que su conducción fue puesta a prueba. Con cautela, dijo en el Consejo Estatal de su partido que se debe «respetar a personas que en el pasado pertenecieron a Podemos y que pensaban en 2016 que había que haber apoyado un Gobierno de Sánchez y Rivera y que no se debía construir Unidas Podemos con IU». Un recordatorio de las diferencias clave que lo separaron de Errejón, a quien no nombró.

Fuentes del entorno más próximo a Iglesias relatan que la calma en las declaraciones de los últimos días responde a la resignación ante el hecho de que los grandes medios publicarán «solo la versión de Errejón porque es lo que les interesa». «En la campaña habrá una buena explicación en positivo de lo que significa Podemos y lo que es capaz de hacer en un Gobierno», prometen en la cúpula. Además, aseguran que en las encuestas están subiendo porque el electorado más de izquierdas le está pasando factura a Sánchez por su actitud en el culebrón de la investidura.

Por su parte, el líder del PSOE no ocultó su alegría por la creación de Más País. «He visto cosas en Errejón que resultan esperanzadoras», dijo públicamente. El desafío del ex número dos de Podemos será intentar que, ante su electorado, esos guiños de Sánchez y el sonoro apoyo de las empresas periodísticas le resulten más un impulso que un ancla.