Policías y manifestantes se han vuelto a enfrentar durante la marcha que miles de indígenas han llevado a cabo este viernes por Quito, en una nueva jornada de protesta contra la reforma económica del Gobierno de Lenín Moreno, que también se ha extendido a zonas andinas y de la Amazonía.
Los indígenas han comenzado a avanzar desde la Casa de la Cultura, ubicada en el parque El Arbolito, donde han instalado su cuartel general. La mayoría están en Quito desde principios de esta semana, si bien en las últimas horas han llegado más manifestantes procedentes de la Amazonía ecuatoriana.
Su intención era avanzar hacia el centro histórico, zona protegida por el estado de excepción que rige desde hace una semana en Ecuador. La Confederación de Nacionalidades Indígenas de Ecuador (Conaie) ha precisado que el objetivo era llegar hasta el Palacio de Carondelet, sede del Gobierno.
Los choques han estallado antes del mediodía, cuando una marea humana, encabezada por una primera línea de mujeres, se han aproximado a la fachada de la Asamblea Nacional y han comenzado a corear consignas en quechua y a exigir que les dejaran pasar.
Algunos manifestantes han intentado superar uno de los cordones policiales, lo que ha dado lugar a un enfrentamiento en el que durante más de una hora se han producido intensos disparos de gas lacrimógeno por los efectivos policiales y el lanzamiento de artefactos pirotécnicos, palos y piedras desde un flanco de manifestantes que trataba de romper el cerco policial.
«La represión del Gobierno al pueblo ecuatoriano no cesa en los alrededores de la Asamblea Nacional. Empiezan a acumularse los heridos», ha denunciado la Conaie.
Vehículos blindados, policía montada y un helicóptero desde el aire apoyaban la acción policial.
Apoyo de EEUU a Moreno
Por otro lado, la Conaie ha revelado que ha enviado una carta al Gobierno en la que expone las condiciones que considera necesarias para iniciar un diálogo que zanje la crisis política desatada por la ola de protestas contra la reforma económica y a la que no ha tenido respuesta.
Además de recuperar las subvenciones al combustible, cuya eliminación provocó la movilización popular contra el Gobierno de Lenín Moreno, y «bajar la represión» de las manifestaciones, los líderes indígenas han añadido la salida del FMI del país y el cese de los ministros de Interior, María Paula Romo, y Defensa, Oswaldo Jarrín.
El secretario general de la Presidencia, José Augusto Briones, ha exigido «el fin de la violencia» para dialogar y el presidente, Lenín Moreno ha insistido en que no recuperará las ayudas públicas a gasolina y diésel, si bien como contrapartida ha ofrecido a indígenas y sindicatos un plan de desarrollo rural.
Por otra parte, el secretario de Estado de EEUU, Mike Pompeo, ha expresado su apoyo al Gobierno ecuatoriano «en sus esfuerzos para institucionalizar prácticas democráticas y aplicar reformas económicas necesarias».